domingo, 30 de marzo de 2008

A propósito del Terrorismo Mediático



Por Luis R Delgado J
Actualmente el Imperialismo (hoy Capitalismo Monopolista Transnacionalizado) desarrolla una ofensiva sin precedentes en la historia, con el fin de profundizar la explotación, la dominación y la subordinación de todos los pueblos del planeta. Esto lo ejecuta con el fin de reproducir a escala global las relaciones sociales capitalistas, extraer cada vez más plusvalía, destruir los capitales locales, establecer nuevos mercados para las mercancías y los capitales internacionales, explotar intensivamente los recursos naturales y humanos de todos los rincones de la Tierra.

Para lograr esto se vale de diversas armas económicas, políticas e ideológicas-culturales; éstas últimas las más sutiles y duraderas, la colonización de las conciencias, el vaciado de la subjetividad del explotado, procesos de aculturación y etnocidio son expresiones de dicha ofensiva simbólica.

En este sentido categorías como Pensamiento Único (Ramonet 2003) sintetizan esta cruda realidad de las nuevas formas de lucha de clases en la esfera de la cultura y la ideología.

Es aquí donde se inscribe la praxis del Terrorismo Comunicacional o Mediático, expresión acuñada en los últimos tiempos para definir el papel de los grandes monopolios internacionales de la información en la más reciente ofensiva del Imperialismo, con el fin de construir un Nuevo Orden Mundial post-soviético.

Ya hoy en Venezuela no es un secreto para los amplios sectores populares, que los Medios de Comunicación Privados expresan fielmente los intereses de sus enemigos de clase. Este conocimiento es producto de la experiencia concreta, el Golpe de Estado del 2002 y el Paro Petrolero 2002-2003, fueron claras y contundentes agresiones al Proceso Bolivariano, dirigidas fundamentalmente por las empresas privadas de la información (prensa, internet, radio y televisión).

Es a estas acciones a las cuales se ha dado la denominación de Terrorismo Mediático, que consisten en preparar a la opinión pública mediante un bombardeo propagandístico para que la misma acepte una realidad o planteamiento impuesto, en nuestro caso justificar la agresión y derrocamiento de Chávez por la defensa de los Derechos Humanos, la Democracia, la lucha contra el Narco-Terrorismo o cualquier otra patraña.

El Terrorismo Comunicacional es la primera fase de agresión en las denominadas Guerras de IV Generación. Por ejemplo, antes de darse las invasiones tanto a Afganistán como a Irak, fue desatada toda una campaña de desinformación, mentiras y calumnias para crear en la opinión internacional miedo, que posteriormente avalase la intervención bélica a estos pobres pueblos.

El Terrorismo Mediático oculta los verdaderos intereses del Imperialismo, por medio de la mentira y la apología, las victimas son transformadas en victimarios, creándose todo un esquema maniqueo donde se enfrentan las fuerzas del Bien y del Mal, he aquí una de las facetas de la enajenación ideológica.

Ciertamente esta forma de terrorismo no es novedosa, desde hace siglos las Ideologías y otras expresiones culturales se han usado para el mantenimiento de una Sociedad Opresora. Sin embargo, la expansión inusitada de los Medios de Comunicación e Información burgueses es un hecho bastante reciente gracias a la aparición del Satélite y la Fibra Óptica.

Que 1200 millones de personas se informen diariamente por medio de los servicios de CNN y 800 millones se informen gracias a la cadena FOX, nos indica que estamos en presencia de una férrea dictadura mediática imperial, capaz de hacer muchísimo daño en perjuicio de los pueblos.

Por esto, los pueblos deben levantarse, hacer frente al Terrorismo Mediático, es imprescindible la propagación de Medios Masivos Alternativos, de no ser así la democracia no pasará de ser una mera ficción, será mejor seguir hablando de democracias tuteladas y restringidas, burguesas.