miércoles, 20 de junio de 2012

¿POR QUÉ POR CHÁVEZ?

Caracas, 3 jun. 2012, Tribuna Popular Nº 205.- A lo largo de los poco más de 13 años en los que Hugo Chávez ha sido presidente de la República –electo, reelecto y reafirmado en cuatro ocasiones por una inmensa mayoría popular–, hay muchas personalidades, organizaciones y personas de las llamadas “de a pie”, que se han alejado del apoyo al gobierno, al proceso, al proyecto, y al propio Chávez. Las razones son muy diversas y no pueden analizarse o entenderse todas desde una visión obtusa. Es cierto que en la medida que un proceso se radicaliza, se profundiza, se hace más revolucionario, se producen definiciones y deslindes, decantan las aguas, progresivamente cada quien va tomando partido. Los procesos políticos revolucionarios, de manera dialéctica, influyen en la gente, pueden lograr –como lo ha hecho el caso venezolano– que se incrementen los niveles de la conciencia social, que la gran masa asuma un ideal compartido, que se superen barreras impuestas por los instrumentos de dominación ideológica de la burguesía, que haya una movilización consciente y desinteresada. Por eso, no es de extrañar, al contrario, es totalmente lógico y absolutamente natural, que personalidades y organizaciones, por esta dinámica político-ideológica, hayan llegado hasta donde podían llegar, hayan dado lo que podían dar. En el avanzar hacia la construcción de una sociedad superior, realmente libre de toda forma de explotación, se van quedando en el camino los sectores que no abrazan este proyecto, especialmente porque choca con sus intereses de lucro, con sus valores burgueses. Pero, hoy también tenemos una porción de pueblo, una parte de las y los trabajadores, un segmento de hombres y mujeres humildes, que están descontentos, desmoralizados, desmotivados y desmovilizados. Las fuerzas políticas y sociales revolucionarias tenemos el reto de saber identificar –crítica y autocríticamente– las razones por las que están así miles de venezolanos y venezolanas de las clases y capas sociales explotadas e históricamente excluidas, es decir, de las que deben ser el nutriente fundamental del proceso revolucionario. No es desde posiciones acríticas, complacientes y reactivas que lograremos identificar estas razones, y mucho menos que lograremos remoralizar, remotivar y removilizar. Mucho se ha hecho a lo largo de estos 13 años. ¿Se podía haber hecho más y mejor? ¡Claro que sí! Toda obra humana es perfectible, especialmente si se lleva a cabo inserto en un Estado burgués históricamente ineficiente, altamente burocratizado, con graves niveles de desorganización, improvisación y corrupción administrativa. ¿Todo eso se solucionará si nos quedamos al margen? ¡Claro que no! ¿Se solucionará con el retorno de la derecha pro-imperialista al gobierno? ¡Claro que no! ¡La elección de Chávez en 1998 abrió una puerta, su reelección el 7-O debe servir para la profundización revolucionaria del proceso venezolano! Fuente: Tribuna Popular 205