miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Cómo se desarrolla la crisis del sistema? ¿Que pasa en Venezuela?


por Manuel Sutherland

Pocas veces como ahora los aparatos de propaganda se han llenado de tan malas noticias para la "humanidad". Una sombra parece haberle puesto fin a la ilusión del crecimiento armónico y el bienestar en gotas. Atrás quedaron las risas prepotentes del absolutismo de mercado, la payasada del fin de la historia y el techo de la evolución.

¿Qué es la crisis para nuestros "queridos" aparatos ideológicos?

A nadie (gente sensible, es decir, socialista) le resulta extraño que la penosa economía burguesa se haya mostrado incapaz de explicar qué demonios sucede en el mundo. A diario, miles de corbatas repiten una monserga vacía y aburrida. Los aduladores del sistema se enredan y emanan una ristra de explicaciones metafísicas que sólo en sesiones espiritistas avanzadas ellos mismos podrían entender. A menudo suelen hablar de crisis en las finanzas, irresponsabilidad empresarial e incluso platican sobre "malvados" políticos o empresarios alejados del capitalismo "bueno". Es risible la forma esotérica como tratan de explicar lo que su condición de clases les impide entender. Es jocoso ver como se confunden en fruslerías que tratan de ocultar la esencia del problema que tratan de tapar con ideología barata. Decir que la crisis es un castigo de Dios o de las malas elecciones humanas, es equivalente a admitir que su ignorancia los empuja a inventar lo más idiota que se les ocurra. La idea de defender un sistema ineficiente, anárquico, explotador, salvaje e irracional es lo que los nubla. La izquierda que se cree tal, aún huyéndole al marxismo, repite casi lo mismo que ellos pero se "lamentan" por los daños sociales de lo que no entienden. Pocas veces como ahora los aparatos de propaganda se han llenado de tan malas noticias para la "humanidad". Una sombra parece haberle puesto fin a la ilusión del crecimiento armónico y el bienestar en gotas. Atrás quedaron las risas prepotentes del absolutismo de mercado, la payasada del fin de la historia y el techo de la evolución.

¿Qué es la crisis para nuestros "queridos" aparatos ideológicos?

A nadie (gente sensible, es decir, socialista) le resulta extraño que la penosa economía burguesa se haya mostrado incapaz de explicar qué demonios sucede en el mundo. A diario, miles de corbatas repiten una monserga vacía y aburrida. Los aduladores del sistema se enredan y emanan una ristra de explicaciones metafísicas que sólo en sesiones espiritistas avanzadas ellos mismos podrían entender. A menudo suelen hablar de crisis en las finanzas, irresponsabilidad empresarial e incluso platican sobre "malvados" políticos o empresarios alejados del capitalismo "bueno". Es risible la forma esotérica como tratan de explicar lo que su condición de clases les impide entender. Es jocoso ver como se confunden en fruslerías que tratan de ocultar la esencia del problema que tratan de tapar con ideología barata. Decir que la crisis es un castigo de Dios o de las malas elecciones humanas, es equivalente a admitir que su ignorancia los empuja a inventar lo más idiota que se les ocurra. La idea de defender un sistema ineficiente, anárquico, explotador, salvaje e irracional es lo que los nubla. La izquierda que se cree tal, aún huyéndole al marxismo, repite casi lo mismo que ellos pero se "lamentan" por los daños sociales de lo que no entienden.

¿Qué es la crisis en realidad, porque sucede lo peor y sólo se ven comiquitas (13 de abril)?

Segundo a segundo los aparatos de propaganda (mal llamados medios) realizan especies de lockout comunicacionales, nos filtran las noticias de tal modo que convierten cada espacio en un centro de reproducción de falsa conciencia que nos impide saber el porqué, el cómo y el cuándo. Con el tema de la crisis esta realidad se torna tan dramática, que asemeja a la marranada comunicacional del 13 abril de 2002 en Venezuela, que mientras se efectuaba un golpe de estado sangriento y se cumplía un rescate popular presidencial inédito, que en apenas 37 horas barrió con una dictadura fascista, nuestros medios se encargaban de colocar en sus señales comiquitas, series infantiles etc. Distorsionar los sucesos es un arma letal para evitar que alguna vez cambien.

Como se come, o como nos come la crisis sistémica del capital

A medida que avanza la humanidad crea formas más inteligentes de relacionarse, de transformar su entorno y desarrollar la vida de manera de plena, al satisfacer con mayor facilidad y abundancia las necesidades sociales que permiten la reproducción de la existencia. A medida que evolucionan las fuerzas productivas y además crece la población en número y necesidades, lo lógico es que se produzcan más y mejores cosas (no las chatarras desechables y basuras, que se producen en masa actualmente). Por ello, la forma más fácil de entender la crisis dentro del caos capitalista radica en observar como se produce menos, se dejan de emplear factores productivos (máquinas y recursos naturales) y quienes laboran empiezan a perder sus empleos, debido a que no hay donde trabajar y no hay quien pueda pagar esos productos. Como decía el socialista utópico de Fourier: "la miseria surge de la abundancia"

Por ello detrás de las noticias de las espectaculares caídas de Wall Street (única forma burguesa de evidenciar los problemas) ellos esconden los miles de empleos que se pierden, que según la OIT -moderadamente- se estima la pérdida de 20 millones empleos más, aunado a los 400 millones de abiertamente desocupados, que sin contar a los millones de tercerizados y trabajadores atrapados en la informalidad, pululan nuestras calles. Así, disfrazan las quiebras de las empresas (el inefable y nada zurdito FMI calcula las pérdidas por la crisis en 600 mil millones de dólares), maquillan la desvalorización de las gigantes empresas (Merryl Linch se vendió al 10% de su valor en bolsa, y el banco Inglés Nothern Rock se nacionalizó luego de perder el 85% de su valor bursátil en 4 meses) y disimulan las "ayudas" financieras como si fuesen colaboraciones de un estado neutral, cuando sabemos que el más de trillón de dólares que han prestado a la burguesía en ruinas, proviene de los impuestos que pagan los trabajadores a nivel mundial y que ello se revertirá en una calamitosa pérdida material, para un mundo en el que hay 925 millones de seres humanos que padecen de hambre crónica y en el cuál anualmente fallecen 75 millones por causas tan grotescamente absurdas como padecer hambre, luego que desarrollos de genética sencilla, podrían contribuir a producir alimentos para 10 veces la cantidad de seres humanos que habitan el planeta que la burguesía mundial hunde en la inanición.

¿Por qué se da la crisis si debemos ser "inteligentes" y prever su desarrollo?

La Burguesía, que dirige al fenecimiento a nuestra especie, es la culpable de crear las condiciones de este penoso transitar. ¿Cómo? Simple, los patronos imponen a sangre y hambruna el modo de producción capitalista, que frena el progreso de la humanidad y ahoga las posibilidades de un completo desarrollo humano, es decir, polifacético y opuesto a la esclavitud de tener que volcar la casi totalidad de nuestro tiempo a la lucha por comer, vestirse y dormir a resguardo. Lo que nos obliga a vivir como animales, sobreviviendo porque una clase social se apropia del trabajo colectivo, ordena producir lo que no debe, en el momento erróneo y en cantidades equivocadas.

Fácil es ver que el factor detonante esencial de la crisis, radica en la sobreproducción como resultado indeseado de la voraz competencia y aniquilación de productores en el campo de batalla del mercado, donde la avaricia y codicia premian a quien pueda destruir y tragarse (fusión y compra de empresas) a otros. La caída de la tasa de ganancia (variable clave para entender las crisis), ante la imposibilidad de realizar plusvalía, por la saturación de mercancías, se hace más evidente en esta parte depresiva del ciclo del caótico sistema, que lejos del equilibrio, es una reproducción de salvajes luchas y destrucción innecesaria.

¿Sobreproducción? -Pero si hay hambre y escasez- preguntaría algún chico de los nunca sale en televisión. En efecto, se sobreproducen los bienes en los que se el capital se valoriza de manera extensiva, los productos en los que se capta mayor ganancia. Así, se emplean millones de obreros y recursos millonarios a producir lo que jamás se venderá, lo que ocasiona las cíclicas (y cada vez más profundas) pérdidas de empleos e ingresos que conlleva al cierre de fábricas, campos y que la inmensa posibilidad de producir y satisfacer las aspiraciones de cada ser humano, sean apagadas en la infame noche del capitalismo. De allí, es de donde deviene el subconsumo, como resultado de la sobreproducción, la competencia y la sustitución de fuerza de trabajo por maquinaria, a fin de desplazar a otros burgueses por la vía de abaratar costos. El subconsumo es otra contradicción insalvable que el sistema no puede absorber.

Igualmente se desprende, que lo producido por miles de millones de trabajadores es apropiado por cientos de expropiadores que apenas ya ni administran la riqueza que arrebatan, de hecho, el amigo, Atilio Borón comenta que las 200 transnacionales más grandes del mundo tienen ingresos superiores a todos los países del mundo, salvo los 9 de mayores ingresos.

¿Anarquía en la Producción?

La anarquía en la producción se presenta como la irracionalidad en su sentido más trágico. La propiedad privada alienta a utilizar los recursos de forma individual y ciega, sin discusión, ni consenso, lo que hace que los millonarios y burócratas inviertan el producto de nuestro trabajo en cualquier cosa menos lo que pueda solucionar algún problema social; así se empuja el carro de la crisis. Ejemplo de ello, es la innecesaria construcción del nuevo estadio de los Yankees de New York que costó 1300 millones de dólares, un derroche que en plena crisis mundial, cuando se calcula que en EEUU hay 46 millones de pobres, 20 millones de desempleados y 100 mil familias que recientemente fueron despojadas de su casa por el iceberg de las hipotecas subprime. Cualquier sociedad "ligeramente" civilizada vería como una imbecilidad primitiva construir ese estadio, mientras millones mendigan y padecen el infierno que le facilita el patrón: la pobreza.

Cuando todo este (des)orden caótico se acrecienta, los inversionistas se refugian en la especulación, debido a que es cada vez más difícil valorizar el capital, por ello, empiezan a hacer fraudes donde se pueda y se empiezan a traspasar deudas impagables de mano en mano, crean dinero ficticio corrridas de bolsas, bancarrotas etc. De esa forma agravan la crisis, arruinan a muchos y se enriquecen muy pocos, acentuando el proceso de centralización y concentración de Capital.

La Crisis del Crédito barato, o la vida como una deuda eterna

Otra de las cosas es el crédito (pronto estallará la crisis de la tarjetas de crédito). Con los empréstitos a 0,06% de interés anual, sin inicial, respaldo, ni perspectiva de pago, las empresas prestan locuazmente a sus compradores como única forma de vender lo que ya nadie puede comprar. Con ello, obtienen un ingreso de papel que jamás será materializado, porque nadie podrá pagarlo. Esa empresa no podrá continuar funcionando, dejará de pagar su préstamo al banco, que no podrá pagarle a la arrendataria. Luego estas sociedades despedirán gente, y esa gente no podrá pagar sus compromisos adquiridos, lo que acarreará la agravación de una crisis de al que no hemos visto lo peor, pero que en EEUU los obreros se organicen y tomen una fábrica bajo su control es un signo de que las cosas están muuuuuuyyyy mal.

Venezuela y los coletazos de la crisis que no entienden los burócratas

Hasta hace poco, los que se "convirtieron" de la nada en socialistas, solían catalogar quienes como yo, desde hace un año y algo previmos el desarrollo de la crisis a nivel mundial (Eduardo Sartelli, lo previó hace 4 años), como zurditos catastrofistas. En una vieja entrevista en Telesur, hace un año y algo, expuse lo que el marxismo estudioso de la realidad ya comentaba a gritos, es decir, el real impacto de la crisis que se ha disfrazado con una retahíla de lugares comunes ajenos a la realidad.

El año pasado, el 93% de las exportaciones fueron sólo petróleo, del cuál el 61% aproximadamente se expende casi sin procesamiento alguno. Esto, lejos de preocupar a funcionarios apologistas del populismo y la socialdemocracia, los envalentonó para decirnos que ser terrateniente y apropiar renta diferencial era un lujo que nos ayudaría a Blindarnos ante la crisis. Al estallar inicialmente la cadena de las hipotecas subprime y sus bonos tóxicos, a ellos no se les ocurrió nunca que eso era la primera aparición fenoménica de la crisis, y compraron la burda idea de la separación de capitales (financiero y productivo) ignorando su estrecha relación. Obviaron que los bancos quebrarían arrastrando a las empresas, que la especulación del precio del petróleo acabaría y que su precio disminuiría fuertemente. Resultado de ello, fue plantear en el presupuesto para 2009, una cesta petrolera de 60$, estimando vender cantidades similares a las del año 2008.

Ahora, teniendo en cuenta, que el casi la mitad del presupuesto depende directamente del petróleo, que la otra mitad está relacionada al petróleo y al Gasto Público (cerca 40% del PIB) dinamizador de la economía; los asuntos estadales se ven como una pesadillesco. Los bonos de PDVSA y la deuda venezolana, ha llegado a cotizaciones que rondan el 50% de su valor inicial facial, lo que nos hace cancelar intereses de hasta 28%, en dólares, a pesar de que otros países pagan 6 veces menos. El crecimiento del riesgo país, arruina al país. Las Reservas internacionales han disminuido sensiblemente, se han traspasado 13 millardos de dólares al FONDEN, pero éste, no ha devuelto los bolívares correspondientes, lo cuál es una monetización del déficit, lo que causará más inflación y mayor pérdida del poder adquisitivo.

La burguesía ha parado las inversiones, fugan dólares, aumentan los precios, acaparan mercancías, despiden trabajadores y agravan la situación. La prolijidad y forma del gobierno de mandar para todos, es decir, repartir asistencias al proletariado más pobre, y estimular los pingues negocios de la burguesía ha llegado a su previsto fin. No hay ya ganancias a repartir entre las clases, una tienen que empezar a pagar los platos rotos. El adiós al echar mano al FONDEN para pagar los proyectos ad hoc y la muerte de los Créditos Adicionales como forma de pedir más recursos para cubrir gastos extras y parches en el presupuesto inicial, ya pasó. Ahora, los recortes presupuestarios, despidos, retrasos en el pago de contratos por servicios antiguamente prestados son práctica común.

La crisis les explotó en las manos. La tenaz insistencia de entender la Economía Política, con inútiles manuales gringos, y apartar cualquier intento de ver a la sociedad desde el socialismo científico, les hace que aún hoy día, no vean claro el asunto de la crisis, dentro de la crisis misma.

Ahora, quien pagará los costos de la crisis, nuestros empresarios o el conjunto de trabajadores del país. El gobierno está en una encrucijada, sólo tiene a la mano paquetes "velados" de ajuste macroeconómico (devaluación, disciplina fiscal, congelación de salarios etc.) o emprender el camino revolucionario y expropiar sin pago a la burguesía, negarse a pagar la deuda, cancelar los acuerdos de doble tributación (pérdidas estimadas de 17 millardos de dólares anuales) y romper los ominosos estafa-bonos. Tiene sólo 2 vías, Miseria o Revolución.

Quisiera que el gobierno diese muestras de Revolución, pero se empeña en maquillar el ajuste, en no confrontar a la burguesía, en defender las inversiones y los bonos de los empresarios. Desearía que fuese lo contrario. Prometo investigar con mayor detenimiento el desarrollo de la crisis en un trabajo más amplio, que este pequeño escrito, y el cuál será insumo para los talleres de formación que desde la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista se organizan.

* Manuel Sutherland

7 comentarios:

julio dijo...

La crisis y la Revolución
—Elí Altamirano—
Secretario General del CC Partido
Comunista de NIcaragua
Las relaciones de producción son relaciones objetivas, económicas, que obligadamente las personas contraen en todo proceso de producción. Estas relaciones reflejan el lugar que cada clase ocupa con respecto a los medios de producción, al proceso productivo y a la distribución de la riqueza producida.
El fundamento de las relaciones de producción lo constituye las relaciones de propiedad con respecto a los medios de producción. La propiedad privada establece relaciones de dominación y sometimiento de los propietarios sobre los obreros y demás desposeídos. La propiedad social, colectiva, hace que los miembros de la sociedad sean iguales con relación a los medios de producción y al disfrute de los resultados del trabajo social.
Las relaciones de producción capitalistas, fundamentales entre capital y trabajo, es la base de todas las demás relaciones de la sociedad burguesa.
El proletario, productor único y directo de toda la riqueza social, pero que no posee nada y sólo recibe un miserable salario para no morirse de hambre y seguir siendo esclavo asalariado de la economía mercantil del sistema capitalista, y los señores burgueses, que no producen nada, pero que se apropian toda la masa de plusvalía producida por el trabajo creador de los proletarios, representan la contradicción fundamental del régimen capitalista.
El antagonismo de intereses clasistas existente entre capital y trabajo se ve reflejado cual papel carbón en cada una de las partes integrantes de la superestructura de la sociedad: en las teorías clásicas de la burguesía, en la Constitución Política y en las demás leyes que terminan de estructurar el orden jurídico, económico, político, social y moral del régimen capitalista. Este orden define y dicta la esencia y el contenido de la ideología, de la política, de la cultura, del arte, de la religión y de las costumbres propias de la sociedad burguesa, por lo que cada una de estas otras partes del sistema son elaboradas a imagen y semejanza de los intereses de clase de la burguesía. Y en su conjunto todo este orden de cosas establecido conforma la conciencia social del Estado y de cada una de las áreas que integran la superestructura de la sociedad burguesa.
Luego, por medio de la escuela primaria, de los institutos y universidades, de las religiones, de las diversas manifestaciones artísticas, de los periódicos, libros, revistas, novelas, cine, televisión, costumbres, tradiciones, etc., el sistema capitalista también forma a los ciudadanos a imagen y semejanza de los intereses de clase de la burguesía.
Pero al margen y en contradicción con los intereses y concepciones de clase de la sociedad capitalista están los intereses de clase de la clase obrera. Estos intereses son a la vez la base de las concepciones ideológicas que dieron origen a la teoría de clase del proletariado: el comunismo científico. La lucha económica, la lucha ideológica y la lucha política, son las tres formas fundamentales de la lucha de clase del proletariado.

julio dijo...

La lucha de clase del proletariado responde a la defensa de sus propios intereses de clase en contra de la explotación y opresión clasista que sufre de parte de los capitalistas.
La lucha por los principios y las ideas revolucionarias; por la paz, por el desarrollo democrático, por el desarrollo económico, por las transformaciones sociales y el progreso social, son luchas del proletariado que encarnan sus intereses de clase y que traducidos en teoría y concepciones también forman parte de la superestructura social, dándole surgimiento inevitable a otra esencia y a otro contenido clasista en las diversas formas de la conciencia social en el seno de la misma sociedad burguesa y en lucha contra el régimen capitalista. Esto, que es reflejo objetivo de la contradicción fundamental entre capital y trabajo, genera todo tipo de contradicciones y conflictos en todas las partes y formas de ser de la sociedad capitalista. Merced a sus propias contradicciones el capitalismo está condenado a vivir azotado por todo género de crisis.
Pero hay dos tipos de crisis. La crisis cíclica, que es muy parcial, y la crisis general, que de manera integral afecta a todo el sistema y que por su dimensión total no se soluciona con paliativos, sino que exige cambios fundamentales y profundas transformaciones sociales.
Por muy peculiar que sea, la crisis cíclica invariablemente es congénita a la naturaleza contradictoria de las relaciones de producción capitalista. Se da en áreas determinadas y sobre aspectos muy particulares, siempre como fruto de la misma esencia mercantilista, anarquista e individualista del sistema económico capitalista. Este tipo de crisis cubre un período que puede ser corto, mediano o largo, pero reapareciendo con frecuencia, que es lo que le imprime su carácter cíclico. Y aunque su existencia y desarrollo causa estragos importantes, con la superación o no superación de ella no se altera en grados definitivos el orden de cosas establecido. La economía capitalista a menudo enfrenta crisis cíclicas, que si bien por sí mismas no la condenan a su desaparición, la merman en su fuerza y con sus continuas reapariciones la empujan a una crisis cada vez mayor.

julio dijo...

pLa crisis general, por su parte, es una crisis que invade todas las áreas de la sociedad alcanzando la dimensión integral. El núcleo esencial de esta crisis es la agudización extrema de la contradicción fundamental dada entre capital y trabajo, entre capitalistas y proletarios.
Cuando la contradicción entre capital y trabajo alcanza grados agudos, tal agudeza se refleja de manera directa en cada una de las palabras integrantes del sistema social. Ya para entonces el orden de cosas establecido va compareciendo cada vez más contradictorio, caduco y envejecido ante las imperiosas necesidades políticas, económicas y sociales de la clase obrera y grandes mayorías populares. Y como se trata de la crisis de las relaciones de producción, las que en todo régimen social constituyen la base material de la sociedad, esta crisis no sólo no tiene solución por parte de los capitalistas, sino que de forma natural y rápida evoluciona a su agudización con rumbo al estallido. Luego, tanto el desarrollo natural de dicha crisis como el curso inevitable que va tomando la contradicción fundamental se hacen sentir cada vez con más contundencia en cada una de las áreas de la superestructura social, y es entonces cuando comienza a exacerbarse la crisis general.
Contrario al carácter temporal de las crisis cíclicas, la crisis general es crisis histórica de todo el sistema, derivada de la agudización de todas las contradicciones inherentes a la sociedad burguesa que determina el fin del orden de cosas establecido para el inicio de otro orden de cosas. Este hecho es lo que le imprime el carácter histórico a la crisis general.
Estimado lector: En el caso nicaragüense, aún cuando están presentes los factores clásicos de una crisis del sistema capitalistas, la situación que sacude a la nación tiene por raíces determinantes el atraso secular y el subdesarrollo, lo que explica que en nuestras urgencias históricas no están planteadas las transformaciones socialistas, sino las que son propias de una revolución democrático-nacional teniendo por marco un verdadero Estado de Derecho que permita la realización efectiva del programa que garantice el desarrollo capitalista del país y el progreso integral del pueblo y de toda la sociedad nicaragüense.
correo juliordb@yahoo.es parte no 3

julio dijo...

La situación revolucionaria
—ELI ALTAMIRANO—Secretario General del CC Partido Comunista de Nicaragua-parte no.1
Managua
La crisis general es producto de un estado de cosas vencido, ido más allá de lo tolerable y de lo sostenible. Es gestada por la agudización extrema de las contradicciones sociales del sistema establecido, problemas y conflictos que alcanzan su más alta expresión en la lucha de los pueblos explotados y oprimidos en contra del subdesarrollo, de la desocupación envolvente, el hambre, la pobreza y la ruina que sufren, y en pos de la democracia, del desarrollo económico y el progreso social. La solución a esta crisis, que se hace sentir con todas sus fuerzas en cada una e las áreas de las naciones afectadas, sólo es posible mediante las transformaciones sociales demandadas, lo que hace de rigor la revolución social que sustituya la vieja y caduca sociedad por otra, nueva y superior.
El cúmulo de problemas, contradicciones y conflictos planteados, agravados por el desarrollo de la misma crisis general, es la que se llama condiciones objetivas; condiciones objetivas porque no son obra de la voluntad de los individuos que conforman a la sociedad sino que el resultado de la acción absoluta de las leyes objetivas generales que rigen el desarrollo social y de las leyes objetivas particulares propias del régimen social dado. Y en casos como el nuestro a tales resultados se suman los daños ocasionados por la corrupción administrativa de los gobernantes corruptos que surgen como subproducto del carácter privado de la propiedad sobre los medios de producción y como influencia directa de la cultura aberrante que emerge de la visión mercantilista de la sociedad capitalista.
Por su parte, las realizaciones que se llevan a acabo para crear los requisitos de que se precisan para los cambios demandados se llaman condiciones subjetivas; condiciones subjetivas porque son el producto de la labor ideológica y política de las clases y partidos urgidos de las transformaciones sociales y que para forjar dichos requerimientos se arrojan al intenso trabajo desde el seno de las masas populares y de la sociedad. Ya en su papel revolucionario, las condiciones subjetivas evitan la anarquía porque dotan al movimiento de la conciencia y de las fuerzas necesarias para las soluciones y establecen los cauces, el control y la dirección para estas materializaciones que conscientemente se persiguen.
El recrudecimiento de las condiciones objetivas genera la desesperación y la rebeldía de las masas populares, pero por sí solos tales hechos no conducen a la revolución.
La agudización de los problemas políticos, económicos y sociales exacerban las contradicciones de clases y eleva y generaliza el espíritu de lucha de las masas populares. El desarrollo de este estado de ánimo crea una situación revolucionaria. La situación revolucionaria es aquella cuando los de arriba ya no pueden gobernar como antes y los de abajo tampoco quieren ser gobernados como antes.
Pero no toda situación revolucionaria desemboca en la revolución. En la historia abundan muestras de esta circunstancia. Para no ir muy largo tomemos un ejemplo nacional. Desde hace muchas décadas Nicaragua es un caso típico de crisis general. Mas ocurrió que la lucha de masas de la clase obrera, la lucha política antisomocista de todos los sectores nacionales, la lucha armada y la crisis general del somocismo que permitieron el derrocamiento popular de la dictadura militar y el poder político al Frente Sandinista dejaron palpablemente demostrado que

julio dijo...

Parte No.2-Eli Altamirano
Secretario General del CC

no toda situación revolucionaria conduce a la revolución. Así, las transformaciones sociales que a partir de la suma de factores y acontecimientos debieron efectuarse, no se realizaron; fueron impedidas por la guerra coantrarrevolucionaria financiada por el gobierno norteamericano presidido por Ronald Reagan lo que se combinó con el oportunismo, las sañudas y constantes represiones a los comunistas y al movimiento obrero y las continuas traiciones de la dirección nacional del FSLN. Desde entonces quedaron postergadas la solución de la profunda crisis general que envuelve al país: la democratización del Estado en la medida de lo demandado por las necesidades políticas del proceso histórico de nuestra nación; la superación del atraso cultural y del subdesarrollo económico y social del país y por ende de la desocupación masiva y permanente, del hambre, la pobreza y la ruina social que azotan a las masas populares; postergado todo el progreso de la sociedad nicaragüense por el cual desde siempre venimos luchando el pueblo y sus fuerzas revolucionarias.
Las transformaciones que históricamente exige la sociedad humana necesitan de una situación revolucionaria que sea el fruto de la íntima y directa combinación de las condiciones objetivas con las condiciones subjetivas en donde el movimiento revolucionario y las masas populares alcancen los grados de debida preparación que garanticen las realizaciones sociales demandadas.
La creación de las condiciones subjetivas es la obra cumbre de la vanguardia revolucionaria, realización que se impone como la base imprescindible para llevar adelante las transformaciones sociales.
Desde el surgimiento en la historia del proletariado, del comunismo científico y del partido comunista el concepto vanguardia revolucionaria ya no se puede confundir con las manifestaciones bonapartistas ni con ninguna otra actitud derivada del espíritu pequeño-burgués. A partir de entonces toda repetición que de este error se ha venido dando ha producido costosísimos daños a los trabajadores, a los pueblos y a sus luchas revolucionarias terminando al final de configurarse como contundentes derrotas.
La vanguardia proletaria, en particular, ya es algo infinitamente superior que se encuentra por encima no sólo de las veleidades pequeño-burguesas sino también de las mismas debilidades humanas.
El concepto vanguardia del proletariado va más allá del hecho revolucionario de encabezar el combate político de los sectores populares, pues exige enseñarles al proletariado y al pueblo a luchar y trabajar por la solución concreta de sus problemas sociales y es este alcance una condición indispensable para sus propias superación y progreso.
Tarea esencial de la vanguardia del proletariado consiste en trazar el programa revolucionario y su política de realizaciones; al tenor de estos objetivos encabezar con firmeza y acierto la lucha del pueblo; enseñar a los obreros, a los campesinos y trabajadores en general a luchar y trabajar con efectividad por reconstruir y desarrollar al país y alcanzar paralelamente la solución de sus propios problemas económicos, sociales y políticos; cultivar y educar al proletariado para que sepa desempeñar la misión que le corresponde como la clase social más revolucionaria de la historia a fin de que el proceso de realizaciones que encabeza no pare y marque el paso hasta el final.

julio dijo...

Parte No 3"Situacion Revolucionaria
ELi Altamirano-Secretario General delCC, Partido Comunista de Nicaragua.
El que las transformaciones sociales se realicen y sean irreversibles depende totalmente del grado de desarrollo que tengan las condiciones subjetivas.
Con la creación de las condiciones subjetivas se garantizan los cambios y transformaciones que el proceso histórico demanda. La plena realización de esta magna tarea constituye un factor decisivo cuya importancia es de colosales alcances histórico-sociales. En su magnitud hay un completo enjambre de fecundas realizaciones que va: desde las cuestiones teóricas, ideológicas, políticas y programáticas, a las estructuras orgánicas del Partido, del movimiento y de las masas populares hasta llegar a la lucha franca por el poder político y a la transformación revolucionaria de la sociedad. Todo esto es una obra gigante que para su realización exitosa reclama la abnegación del partido de vanguardia.
En nuestro caso, culminar la creación de las condiciones subjetivas para marchar hacia la superación, el desarrollo y el progreso es la tarea más revolucionaria de todas las tareas revolucionarias que tenemos planteadas. Y en ella estamos, estimado lector. Fruto de nuestro trabajo tenaz en el país ya existe esta poderosa corriente democrática y se encuentra en pleno desarrollo. A nuestro juicio un porcentaje menor hace falta alcanzar para que esta nueva fuerza política pase a la acción en persecución de la revolución democrático-nacional, la que más pronto que tarde ha de producirse en Nicaragua.

Benito García Pedraza dijo...

En el marco de una guerra de liberación nacional, de una guerra antimperialista y de una guerra revolucionaria, lo lógico es apoyar al partido y movimiento socio-político que dirige la defensa popular, aún con todas las críticas y objeciones que se quiera, precisamente contribuyendo con la crítica al mejoramiento de la posición popular y su defensa.
Sin embargo, el denominado PC de Nicaragua no hizo nada de eso, y parapetándose en una supuesta ideología comunista, se dedicó a erosionar y obstaculizar el gobierno revolucionario del FSLN. Eso fue antes de que la cotra-revolución, fatalmente y mediante el chantaje a la población, consiguiera ganar en las urnas al FSLN. Porque lo que después vino en el caso del autondenominado PC de Nicaragua, fue un ejercicio de cinismo y práctica liquidación de la resistencia popular.
Va siendo hora de desenmascarar a los intelectuales burgueses que, como Altamirano, pretenden defender una línea de clase obrera, cuando en realidad hacen todo lo contrario, y aún van en contra de los intereses de la masas.
¿En qué foro se ha visto al PC de Nicaragua, qué solidaridad ha recibido de otros PCs, cómo se ha sumado a la lucha de masas en América Latina y en el mundo? De ninguna manera. Mucha presuntuosidad observamos en la actitud política de don Elías Altamirano.