ECONOMÍA POLÍTICA
¿Todo es culpa de Dollar Today?
¿Todo es culpa de Dollar Today?
Andrés Villadiego
Recientemente se ha observado un incremento acelerado de la cotización del dólar en el mercado paralelo de divisas. Al momento de escribir esta nota, se ha registrado un alza equivalente al 400% en dicho indicador en apenas 6 semanas, luego de un período de relativa estabilidad durante los meses previos. Para explicar dicha situación es necesario considerar las condiciones generales de la economía nacional evitando con ello visiones simplificadas y sesgadas.
Resulta completamente absurdo atribuir toda la volatilidad del tipo de cambio paralelo a los caprichos e intereses de quienes administran una página web, y más insensato resulta observar que no se ejecuta una política cambiaria, fiscal y monetaria que sea capaz de neutralizar las expectativas devaluacionistas impulsadas por algunos especuladores. Si bien es una falacia el mito de la “mano invisible del mercado”, también es falso que los especuladores puedan manipular a plena voluntad las variables nominales de la economía por tiempo indeterminado.
Si se observan algunas variables monetarias, se hace evidente un incremento que se corresponde con los ciclos relacionados al pago de remuneraciones de fin año. Por ejemplo, según cifras del BCV, las reservas excedentarias de la banca a finales de septiembre del año en curso se ubicaron en 663 mil millones de bolívares, a finales de octubre cerraron en 1 Billón 176 mil millones y al final de noviembre llegaron a 2 Billones 161 mil millones, representando con ello un incremento de 325% en la liquidez disponible en los bancos del sistema financiero. Por su parte, la liquidez monetaria (dinero en manos del público) aumentó en 124% en apenas 45 días. Todas estas variables monetarias ejercen presión sobre la demanda de bienes y servicios, pero además tienen incidencia sobre la demanda de moneda extranjera.
Por otra parte, en los últimos meses se incrementó la importación de bienes desde Brasil, y sobre todo desde Colombia luego de la apertura de la frontera ese país, lo que provocó un aumento de la demanda tanto de dólares, como de pesos colombianos, aumentando la cotización de ambas divisas. Ese incremento de demanda fue aprovechado por las mafias que actúan en la zona fronteriza, las cuales obtienen mayor cantidad de bolívares a cambio de una menor cantidad de pesos colombianos y/o dólares. Con los bolívares obtenidos, adquieren en territorio venezolano combustible y alimentos subsidiados, que son llevados como contrabando a Colombia, completando de esa forma el ciclo mafioso de acumulación.
Lo que sucede en la frontera hace evidente el hecho de que efectivamente se está desarrollando un ataque especulativo contra el bolívar aprovechándose de las distorsiones que objetivamente persisten a nivel macroeconómico. Además de las mafias que operan en la frontera, los grandes beneficiarios de la fuerte depreciación del tipo de cambio paralelo son aquellos quienes tienen acceso a dólares a la tasa de DIPRO (Bs. 10/$) o a la tasa SIMADI (Bs. 663,29/$) para colocarlos en el mercado paralelo. La opacidad y discrecionalidad en el manejo de las divisas no solo incentiva las prácticas ilícitas en su asignación, sino que además genera poderosos intereses que impulsan el actual ataque especulativo. El ejecutivo nacional tiene herramientas para detener la burbuja especulativa de manera inmediata, pero para ello hace falta coherencia en materia de política económica y no solicitar que se bloquee una página web o una cuenta de twitter.
Recientemente se ha observado un incremento acelerado de la cotización del dólar en el mercado paralelo de divisas. Al momento de escribir esta nota, se ha registrado un alza equivalente al 400% en dicho indicador en apenas 6 semanas, luego de un período de relativa estabilidad durante los meses previos. Para explicar dicha situación es necesario considerar las condiciones generales de la economía nacional evitando con ello visiones simplificadas y sesgadas.
Resulta completamente absurdo atribuir toda la volatilidad del tipo de cambio paralelo a los caprichos e intereses de quienes administran una página web, y más insensato resulta observar que no se ejecuta una política cambiaria, fiscal y monetaria que sea capaz de neutralizar las expectativas devaluacionistas impulsadas por algunos especuladores. Si bien es una falacia el mito de la “mano invisible del mercado”, también es falso que los especuladores puedan manipular a plena voluntad las variables nominales de la economía por tiempo indeterminado.
Si se observan algunas variables monetarias, se hace evidente un incremento que se corresponde con los ciclos relacionados al pago de remuneraciones de fin año. Por ejemplo, según cifras del BCV, las reservas excedentarias de la banca a finales de septiembre del año en curso se ubicaron en 663 mil millones de bolívares, a finales de octubre cerraron en 1 Billón 176 mil millones y al final de noviembre llegaron a 2 Billones 161 mil millones, representando con ello un incremento de 325% en la liquidez disponible en los bancos del sistema financiero. Por su parte, la liquidez monetaria (dinero en manos del público) aumentó en 124% en apenas 45 días. Todas estas variables monetarias ejercen presión sobre la demanda de bienes y servicios, pero además tienen incidencia sobre la demanda de moneda extranjera.
Por otra parte, en los últimos meses se incrementó la importación de bienes desde Brasil, y sobre todo desde Colombia luego de la apertura de la frontera ese país, lo que provocó un aumento de la demanda tanto de dólares, como de pesos colombianos, aumentando la cotización de ambas divisas. Ese incremento de demanda fue aprovechado por las mafias que actúan en la zona fronteriza, las cuales obtienen mayor cantidad de bolívares a cambio de una menor cantidad de pesos colombianos y/o dólares. Con los bolívares obtenidos, adquieren en territorio venezolano combustible y alimentos subsidiados, que son llevados como contrabando a Colombia, completando de esa forma el ciclo mafioso de acumulación.
Lo que sucede en la frontera hace evidente el hecho de que efectivamente se está desarrollando un ataque especulativo contra el bolívar aprovechándose de las distorsiones que objetivamente persisten a nivel macroeconómico. Además de las mafias que operan en la frontera, los grandes beneficiarios de la fuerte depreciación del tipo de cambio paralelo son aquellos quienes tienen acceso a dólares a la tasa de DIPRO (Bs. 10/$) o a la tasa SIMADI (Bs. 663,29/$) para colocarlos en el mercado paralelo. La opacidad y discrecionalidad en el manejo de las divisas no solo incentiva las prácticas ilícitas en su asignación, sino que además genera poderosos intereses que impulsan el actual ataque especulativo. El ejecutivo nacional tiene herramientas para detener la burbuja especulativa de manera inmediata, pero para ello hace falta coherencia en materia de política económica y no solicitar que se bloquee una página web o una cuenta de twitter.
Tomado de Tribuna Popular N° 2.971
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