lunes, 25 de agosto de 2008

“Acosta Carlez trató de privatizar la salud en Carabobo”


Durante un recorrido por el recinto hospitalario, el candidato por el PSUV y PCV (Partido Comunista de Venezuela) para la entidad carabobeña, Mario Silva, insistió en la necesidad de intervenir la CHET, pues observó un gran estado de abandono por parte de la actual administración regional.

Luis Baciao/ Fotos: Oswaldo López

VALENCIA.-El candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)y PCV (Partido Comunista de venezuela) para la gobernación del estado Carabobo, Mario Silva, aseguró que el actual mandatario regional, Luís Felipe Acosta Carlez, trató de privatizar la salud en la entidad, dejando en condiciones de abandono a la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (CHET).
Durante un recorrido por el recinto hospitalario, el candidato por el PSUV para la entidad carabobeña, Mario Silva, insistió en la necesidad de intervenir la CHET, pues observó un gran estado de abandono por parte de la actual administración regional.

Luis Baciao/ Fotos: Oswaldo López

VALENCIA.-El candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)y PCV (Partido Comunista de venezuela) para la gobernación del estado Carabobo, Mario Silva, aseguró que el actual mandatario regional, Luís Felipe Acosta Carlez, trató de privatizar la salud en la entidad, dejando en condiciones de abandono a la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (CHET).

Durante un recorrido por la CHET, ayer en horas de la mañana, Silva pudo constatar la situación del recinto, donde la falta de medicamentos y personal médico fue lo más mencionado por trabajadores y representantes del sector. “Vamos a laborar duro para que en este estado llegue la salud como manda la revolución”, afirmó el candidato pesuvista, quien fue recibido con una multitudinaria concentración de seguidores.

“Existe una necesidad inmediata de intervenir este hospital, pero no nada más con una mesa técnica, sino con todas las soluciones mediante el aporte del Gobierno Nacional que permita acomodar el desastre que dejó la actual gobernación de Acosta Carlez”, explicó el líder revolucionario

“Hernández Lanz, quien es el responsable directo porque es el secretario de salud de la actual administración, debería renunciar si es que le queda algo de vergüenza. Esta gente lo que hizo fue robar todos estos años y es por ello que se tiene que rescatar el estado carabobeño”, indicó el conductor del programa La Hojilla, quien además entregó juguetes a los niños hospitalizados.

La doctora Zoraida Núñez, quien es la directora de la CHET, aclaró que en estos momentos están trabajando con la ayuda de los médicos cubanos. “El personal médico y obrero de aquí trabaja por el gran amor hacia los demás; aquí trabajamos con las uñas pues el gobierno regional no ha cumplido con su responsabilidad”, sentenció.

Jornadas de asistencia social
El abanderado por el partido colorado, junto con representantes del hospital, entes públicos y efectivos militares, también realizaron una jornada de ventas de alimentos Pdval, cedulación y asistencia a la población. Allí diversas organizaciones sociales de base y miembros del partido rojo asistieron para darles un espaldarazo a los médicos y pacientes que se mantienen en el recinto bajo condiciones desfavorables.

El comandante de la 41 Brigada Blindada, general Cliver Alcalá, manifestó su agrado con la actividad. “Estamos trabajando en conjunto con las instituciones del Estado para ayudar al pueblo carabobeño, pues las autoridades gubernamentales regionales le han dado la espalda”, dijo.

“Todos los organismos del Estado Nacional vamos a trabajar para que este tipo de jornadas se realicen todos los fines de semana; por supuesto, en diferentes sitios donde nos requiera el pueblo, porque ese es nuestro deber”, enfatizó Alcalá.

Por su parte Ramón Moreno, coordinador de la campaña de Mario Silva, señaló que el gobierno paralelo es el que está realizando todas estas acciones con el fin de traspasar, desde ya, el poder al pueblo organizado.

“Los consejos comunales fueron los que nos indicaron la situación en que se encuentra el hospital y decidimos apoyarlos con estas acciones del gobierno paralelo. Todo esto para rescatar la salud y facilitar a todo el pueblo carabobeño los beneficios de la revolución socialista”, apuntó Moreno.

En otro orden de ideas, Mario Silva recibió propuestas del los habitantes del sector las Flores y Victoria, en la zona sur de Valencia, durante un encuentro multitudinario con estas comunidades.


domingo, 24 de agosto de 2008

Los Comunistas rusos ante la crisis de Osetia


Prensa Bancada del PCFR.- Artículo de Guennadi Zyuganov, Secretario General del PC de la Federación Rusa (en la foto).


La fase militar de la confrontación en Osetia del Sur ha terminado. Todavía no tenemos una información completa sobre los combates. Pero, ya estamos en condiciones de decir, en forma preliminar que a pesar de todas las innumerables advertencias de la inminente agresión, de la intervención de Georgia contra Osetia del Sur resultó ser una verdadera sorpresa para los dirigentes rusos. El Ejército georgiano se permitió durante casi un día entero tomarse la libertad de destruir Tskhinval y aldeas de Osetia del Sur, y la aviación georgiana con toda impunidad asaltaron los cielos de la región del Cáucaso. Prensa Bancada del PCFR.- Artículo de Guennadi Zyuganov, Secretario General del PC de la Federación Rusa (en la foto).


La fase militar de la confrontación en Osetia del Sur ha terminado. Todavía no tenemos una información completa sobre los combates. Pero, ya estamos en condiciones de decir, en forma preliminar que a pesar de todas las innumerables advertencias de la inminente agresión, de la intervención de Georgia contra Osetia del Sur resultó ser una verdadera sorpresa para los dirigentes rusos. El Ejército georgiano se permitió durante casi un día entero tomarse la libertad de destruir Tskhinval y aldeas de Osetia del Sur, y la aviación georgiana con toda impunidad asaltaron los cielos de la región del Cáucaso.


Entonces gracias al poder de las armas rusas el agresor fue repelido y derrotado.


Honor y elogios para los soldados y oficiales de nuestro ejército, que no sólo desbarató al intervencionista, sino que también creó una situación que permitió de manera rápida y fiable resolver muchos problemas que maduraban en esta región, en particular, la cuestión del status de Osetia del Sur y Abjasia.


Después de lo que el régimen de Saakashvili planificó (hizo) en Tskhinvali, el mundo entenderá perfectamente la decisión de Rusia sobre el reconocimiento de la independencia de esta república (así como Abjasia, cuyo destino ha sido el mismo) y de establecer convenios con ellos, que garanticen sólidamente la seguridad a los ya tan sufridos habitantes de estas repúblicas.


No obstante, queda la sensación de que en Rusia hay familias, que no están dispuestas a devolver la región al punto muerto que existía antes que comenzara la agresión. En la experiencia del país ya ha ocurrido, que la victoria en el campo de batalla ha terminado, con la pérdida total de lo conquistado, debido a las intrigas que ocurren en el plano político y diplomático.


Al parecer en este caso, nos llevan al mismo final ignominioso. El llamado "plan Sarkozy", tras el cual están la Unión Europea y los EE.UU. - esto, en los hechos, es un plan de salvataje al régimen militar Saakashvili de su completa derrota.


Vemos que ahí no se reflejan dos elementos principales: como el reconocimiento de la inevitabilidad histórica de independencia de Osetia del Sur y Abjasia, así como el reclamo por las enormes pérdidas que quedaron después de la destrucción, la muerte y el sufrimiento de la gente causada por la agresión del régimen de Saakashvili.


Apoyamos la decisión de los dirigentes rusos que se han pronunciado por una reconstrucción rápida y completa de Tskhinvali y aldeas de Osetia del Sur. Sin embargo, nos parece inaceptable el hecho que el agresor se haga a un lado de la situación creada, pues ni siquiera tiene la intención de pagar una indemnización por la destrucción y el sufrimiento.


Con respecto al status, para cualquier hombre con raciocinio, en su sano juicio, es evidente que después de las atrocidades cometidas en Tshinvale y en aldeas vecinas, no se puede pensar sobre la incorporación de Osetia del Sur y Abjasia a Georgia. La naturaleza de la acción del ejército georgiano permite decir claramente que el objetivo del régimen de Saakashvili no era "restaurar el orden constitucional", sino la limpieza étnica del territorio de Osetia del Sur con el fin de que la población de Osetia abandone para siempre esta tierra.


Extremadamente ofensivo es el hecho de que desde Occidente el problema de Osetia del Sur esté en manos del Ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner quien ha hecho una criminal vista gorda (durante su representación especial del Secretario General de la ONU en Kosovo) de esta región en que fueron expulsadas más de un cuarto de millón de serbios y albaneses y personas de otras nacionalidades, y miles de personas fueron asesinadas, desaparecidas, o fueron brutalmente sacrificadas "en vida".


Ahora nos proponen de nuevo girar en torno del status de Osetia del Sur y Abjasia. En los discursos oficiales de los personeros rusos de diverso calibre de una u otra manera mencionan la "integridad territorial de Georgia". ¿A propósito de qué? Los pueblos de esos países ya lo hicieron en los referendos, ellos absolutamente ya optaron definitivamente por la independencia y la anexión a Rusia.


El ejército georgiano ha sido totalmente aniquilado por sus atrocidades, por lo que incluso queda descartada la posibilidad teórica de hacer ingresar a Osetia del Sur y Abjasia en Georgia. ¿Qué más hace falta para asegurar que el anhelo de esos pueblos, que coincide plenamente con la voluntad del pueblo de Rusia, se traduzca en acciones políticas concretas?


Ahora, la historia nos da una segunda oportunidad (tras el precedente de una proclamación unilateral de la independencia de Kosovo), pero, ahora con la experiencia en esta tragedia está la oportunidad de dejar, por último, tímidamente de mirarse en Occidente y tomar la decisión que viene madurando desde hace tiempo sobre el reconocimiento de la independencia de estas dos sufridas repúblicas.


El precio por la indecisión de la administración rusa en la cuestión del status de Osetia del Sur y Abjasia queda ahora demasiado claro. Se trata de miles de muertos y heridos civiles, alrededor de trescientos soldados y oficiales rusos muertos y heridos, y de decenas de miles de refugiados. Se trata de miles de millones de rublos, que ya han sido asignados para la acogida de refugiados y decenas de miles de millones que estarán disponibles para reconstruir lo destruido.


Sin embargo, nos proponen de volver a la línea que existía antes del estallido del conflicto. Como sabemos la historia - no es un juego para armar de los niños, que pueden en cualquier momento armar, recoger, y a continuación, desmontar y montar de nuevo. Muchas cosas en la historia son irreversibles.


El agresor debe ser castigado. Irracional habría sido en mayo de 1945, la idea de que las tropas de Alemania nazi volvieran simplemente a las posiciones iniciales, donde se inició la Segunda Guerra Mundial. Ahora se propone algo similar. Nos alientan a pretender que nada ha pasado.


¡Eso no puede ser, Así no! Así como al derrotar al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial llevó a cambiar el mapa político del mundo, también ahora el régimen colonial-militar de Saakashvili tendrá en el largo plazo consecuencias geopolíticas, lo que hace imposible la repetición de los trágicos acontecimientos de los comienzos de agosto de 2008.

sábado, 23 de agosto de 2008

Crisis orgánica y revolución pasiva: el enemigo toma la iniciativa




Néstor Kohan
Rebelión

Desde Marx y Engels hasta Lenin, Trotsky y Mao, desde Mariátegui, Mella, Recabarren y Ponce hasta el Che Guevara y Fidel, gran parte de las reflexiones de los marxistas sobre la lucha de clases han girado en torno a la necesidad de asumir la iniciativa política por parte de los trabajadores y el pueblo.

Pero ¿qué sucede cuando la iniciativa la toman nuestros enemigos? ¿Qué hacer cuando los segmentos más lúcidos de la burguesía intentan resolver la crisis orgánica de hegemonía, legitimidad política y gobernabilidad apelando a discursos y simbología "progresistas", poniéndose a la cabeza de los cambios para desarmar, dividir, neutralizar y finalmente cooptar o demonizar a los sectores populares más intransigentes y radicales?


Para pensar esos momentos difíciles, tan llenos de matices, Gramsci elaboró una categoría: la "revolución pasiva". La tomó prestada de historiadores italianos, pero le otorgó otro significado.

La revolución pasiva es para Gramsci una "revolución-restauración", o sea una transformación desde arriba por la cual los poderosos modifican lentamente las relaciones de fuerza para neutralizar a sus enemigos de abajo.

Mediante la revolución pasiva los segmentos políticamente más lúcidos de la clase dominante y dirigente intentan meterse "en el bolsillo" (la expresión es de Gramsci) a sus adversarios y opositores políticos incorporando parte de sus reclamos, pero despojados de toda radicalidad y todo peligro revolucionario. Las demandas populares se resignifican y terminan trituradas en la maquinaria de la dominación.

¿Cómo enfrentar esa iniciativa? ¿De qué manera podemos descentrar esa estrategia burguesa?

Resulta relativamente fácil identificar a nuestros enemigos cuando ellos adoptan un programa político de choque o represión a cara descubierta. Pero el asunto se complica notablemente cuando los sectores de poder intentan neutralizar al campo popular apelando discursivamente a una simbología "progresista". En esos momentos, navegar en el tormentoso océano de la lucha de clases se vuelve más complejo y delicado...

Dentro de ese conglomerado de olas y mareas políticas que se entrecruzan, no todo aparece tan nítidamente diferenciado ni delimitado como pudiera suponerse. En la actual coyuntura política latinoamericana verificamos, por ejemplo, una notable diferencia entre Cuba, Venezuela y posiblemente Bolivia (en este caso particular no tanto por las moderadas posiciones políticas de su presidente sino más que todo por los poderosos movimientos sociales que tiene por detrás), por un lado; con Chile, Argentina y Uruguay, por el otro.

Si Cuba y Venezuela encabezan la rebeldía contra el imperio, el segundo bloque de naciones —ubicado en el cono sur de nuestra América— expresa más bien cierto aggiornamiento del modelo neoliberal. En este sentido, aunque cada sociedad particular tiene sus propios desafíos, existen problemáticas generales que bien valdría la pena repensar, eludiendo los cantos de sirena embriagadores —por ahora hegemónicos— que hoy pretenden reactualizar las viejas ilusiones reformistas que padecimos hace tres décadas atrás y que tanta sangre, tragedia y dolor nos costaron. En el caso de Argentina, Chile y Uruguay ya no se trata hoy en día del añejo y deshilachado "tránsito pacífico" al socialismo sino, incluso, de una propuesta muchísimo más modesta: la reforma del capitalismo neoliberal en aras de un supuesto "capitalismo nacional" (en la jerga de Kirchner) o "capitalismo a la uruguaya" (para Uruguay) y así de seguido. Hasta el tímido socialismo del "tránsito pacífico" se diluye y el horizonte se estrecha con los vanos intentos por endulzar al capitalismo y volverlo menos cruel y salvaje...

En esta situación compleja, en el cono sur latinoamericano asistimos a un difícil desafío: pensar desde el marxismo revolucionario no en la inminencia del asalto al poder o de ofensiva abierta de los sectores populares, sino en aquellos momentos del proceso de la lucha de clases donde el enemigo pretende mantener y perpetuar el neoliberalismo de manera sutil y encubierta. No lo pretende hacer de cualquier manera. Paradójicamente, las clases dominantes intentan resolver su crisis orgánica, garantizar la gobernabilidad y mantener sus jugosos negocios enarbolando nuestras propias banderas (oportunamente resignificadas). Resulta más sencillo enfrentar y golpear a un enemigo frontal que intenta aplastarnos enarbolando banderas neoliberales y fascistas (el caso emblemático de Pinochet en Chile y Videla o Menem en Argentina es arquetípico). Pero deviene extremadamente complejo responder políticamente cuando el neoliberalismo se disfraza de "progre", continúa beneficiando al gran capital en nombre de "la democracia", los "derechos humanos", la "sociedad civil", el "respeto por la diversidad", etc., etc., etc.

Estos procesos y mecanismos de dominación política utilizados en la actualidad por las clases dominantes del cono sur latinoamericano y sus amos imperiales se asientan en una prolongada y extensa tradición previa.

No han surgido por arte de magia. Sólo constituyen un "enigma irresoluble" si, como tantas veces nos sugirió el posmodernismo, hacemos abstracción de nuestra historia nacional y continental. * La revolución pasiva en la historia de América latina * Durante el siglo XIX, a lo largo de la conformación histórica de los estados-naciones latinoamericanos, se entabló una singular relación entre Estado y sociedad civil. A diferencia de algunos esquemas mecánicos y simplistas, supuestamente "marxistas" *[1]*, en América latina la relación entre sociedad civil y Estado ha sido en gran medida diferente al proceso de las sociedades europeas *[2]*.

Entre nosotros, en no pocas oportunidades, el Estado no fue un producto posterior que venía a reforzar una realidad previamente constituida sobre sus propias bases sino que, por el contrario, contribuyó de manera activa a conformar sociedad civil. No puede explicarse, por ejemplo, la inserción subordinada y dependiente de las formaciones sociales latinoamericanas en el mercado mundial durante el siglo XIX si se desconoce la mediación estatal. No puede comprenderse el proceso genocida de los pueblos originarios de nuestra América, el robo, la expropiación de sus tierras y la incorporación de la producción agrícola o minera al mercado mundial si se prescinde del accionar estatal. No puede entenderse la conformación de las grandes unidades productivas, como las plantaciones, las minas, las haciendas, que combinaban la explotación forzada de fuerza de trabajo con una producción de valores de cambio destinados a ser intercambiados y vendidos en el mercado mundial capitalista, si se deja de lado el rol activo jugado por el Estado. Ese protagonismo central no tuvo lugar únicamente en la llamada acumulación originaria del capital latinoamericano. Posteriormente, cuando el capitalismo y el mercado ya funcionaban en América Latina sin andadores ni muletas, el Estado siguió jugando un rol decisivo.

Entre las muchas instituciones que conforman el entramado estatal hubo una institución en particular que ocupó este rol central: el Ejército (entendido en sentido amplio, como sinónimo de Fuerzas Armadas) *[3]*. Junto con la represión feroz de numerosos sujetos sociales —pueblos indígenas y negros, gauchos, llaneros, etc— reacios a incorporarse como mansa y domesticada fuerza de trabajo, los ejércitos latinoamericanos también ocuparon, gerenciaron y realizaron tareas estrictamente económicas.

Ese rol privilegiado y muchas veces preponderante en América Latina no sólo fue central a lo largo de todo el siglo XIX. En el siglo XX el bonapartismo militar *[4]* ocupó el rol activo que no jugaron ni podían jugar las débiles, impotentes y raquíticas burguesías autóctonas latinoamericanas (injustamente denominadas "burguesías nacionales" por sus apologistas). Ante la ausencia de proyectos sólidos, pujantes y auténticamente nacionales, las burguesías latinoamericanas perdieron su escasa y delgada autonomía, si es que alguna vez la tuvieron *[5]*, y terminaron jugando el rol sumiso de socias menores y subsidiarias de los grandes capitales. Sólo podían disfrutar del solcito del mercado interno y del mercado mundial a condición de acomodarse con la cabeza gacha y el sombrero entre las manos en los lugares secundarios y los espacios semivacíos que les dejaban los capitales multinacionales. Es por eso que gran parte de las industrializaciones latinoamericanas del siglo XX fueron en realidad seudoindustrializaciones, ya que no modificaron la estructura previa heredada por las burguesías agrarias del siglo XIX *[6]*.

Hoy en día resulta a todas luces errónea y fuera de foco la falsa imagen y la ilusoria dicotomía —construida artificialmente desde relatos encubridores y apologistas— que enfrentaría a "burguesías nacionales, democráticas, industrialistas, antiimperialistas y modernizadoras" versus "oligarquías terratenientes, tradicionalistas, autoritarias y vendepatrias". Nuestra historia real, repleta de golpes de estado, masacres y genocidios planificados, ha seguido un derrotero notablemente diverso al que postulaban los cómodos "esquemas clásicos" y los complacientes "tipos ideales" construidos a imagen y semejanza de las principales formaciones sociales europeas. La historia latinoamericana desobedeció a la lógica europea; la lucha de clases empírica no se dejó atrapar por el esquema ideal; el desarrollo desigual, articulado y combinado de múltiples dominaciones sociales desoyó los consejos políticos etapistas que aconsejaban apoyar a una u otra fracción burguesa ("burguesía democrática" la llamó el reformismo stalinista, "burguesía nacional" la denominó el populismo) contra el supuesto enemigo oligárquico. En América Latina las burguesías nacieron oligárquicas y las oligarquías fueron aburguesándose mientras se modernizaban. Las modernizaciones no vinieron desde abajo sino desde arriba. No fueron democráticas ni plebeyas, sino oligárquicas y autoritarias. No fueron producto de "revoluciones burguesas antifeudales" —como rezaban ciertos manuales— sino de revoluciones-restauradoras, revoluciones pasivas encabezadas e impulsadas por las oligarquías aburguesadas.

Fueron las propias oligarquías, a través del aparato de Estado y en particular de las fuerzas armadas, las que emprendieron —a sangre, tortura y fuego— el camino de modernizar su inserción siempre subordinada en el mercado mundial capitalista *[7]*. El liberalismo latinoamericano no fue, como en la Francia de los siglos XVII y XVIII, progresista sino autoritario y represivo. En nuestras patrias despanzurradas a golpes de bayoneta y destrozadas a picana y palazos, jamás existió modernización económica sin represión política.

Las burguesías locales fueron históricamente débiles para independizar nuestras naciones del imperialismo pero al mismo tiempo fueron lo suficientemente fuertes como para neutralizar e impedir los procesos de lucha social radical de las clases populares.

Las sangrientas dictaduras latinoamericanas —cuyas consecuencias nefastas seguimos padeciendo hasta nuestro presente— que asolaron nuestro continente durante las décadas de los años '70 y '80 no fueron, en consecuencia, un rayo inesperado en el cielo claro de un mediodía de verano. No constituyeron una "anomalía", una excepción a la regla, el interregno entre dos momentos de normalidad y paz. Fueron más bien la regla de nuestros capitalismos periféricos, dependientes y subordinados a la lógica del sistema capitalista mundial. * Nuevos tiempos de luchas y nuevas formas de dominación durante la "transición a la democracia" * Agotadas las antiguas formas políticas dictatoriales mediante las cuales el gran capital —internacional y local— ejerció su dominación y logró remodelar las sociedades latinoamericanas inaugurando a escala mundial el neoliberalismo *[8]* nuestros países asistieron a lo que se denominó, de modo igualmente apologético e injustificado, "transiciones a la democracia".

Ya llevamos casi veinte años, aproximadamente, de "transición". ¿No será hora de hacer un balance crítico? ¿Podemos hoy seguir repitiendo alegremente que las formas republicanas y parlamentarias de ejercer la dominación social son "transiciones a la democracia"? ¿Hasta cuando vamos a continuar tragando sin masticar esos relatos académicos nacidos al calor de las becas de la socialdemocracia alemana y los subsidios de las fundaciones norteamericanas?

En nuestra opinión, y sin ánimo de catequizar ni evangelizar a nadie, la puesta en funcionamiento de formas y rituales parlamentarios dista largamente de parecerse aunque sea mínimamente a una democracia auténtica. Resulta casi ocioso insistir con algo obvio: en nuestros países latinoamericanos hoy siguen dominando los mismos sectores sociales de antaño, los de gruesos billetes y abultadas cuentas bancarias. Ha mutado la imagen, ha cambiado la puesta en escena, se ha transformado el discurso, pero no se ha modificado el sistema económico, social y político de dominación. Incluso se ha perfeccionado *[9]*.

Estas nuevas formas de dominación política —principalmente parlamentarias— nacieron producto de la lucha de clases. En nuestra opinión no fueron un regalo gracioso de su gran majestad, el mercado y el capital (como sostiene cierta hipótesis que termina presuponiendo, inconscientemente, la pasividad total del pueblo), pero lamentablemente tampoco fueron únicamente fruto de la conquista popular y del "avance democrático de la sociedad civil" que lentamente se va empoderando de los mecanismos de decisión política marchando hacia un porvenir luminoso (como presuponen ciertas corrientes que terminan cediendo al fetichismo parlamentario). En realidad, los regímenes políticos postdictadura, en Argentina, en Chile, en Uruguay y en el resto del cono sur latinoamericano, fueron producto de una compleja y desigual combinación de las luchas populares y de masas —en cuya estela alcanza su cenit la pueblada argentina de diciembre de 2001— con la respuesta táctica del imperialismo que necesitaba sacrificar momentáneamente algún peón militar de la época neolítica para reacomodar los hilos de la red de dominación, cambiando algo para que nada cambie.

Con discurso "progre" o sin él, la misión estratégica que el capital transnacional y sus socias más estrechas, las burguesías locales, le asignaron a los gobiernos "progresistas" de la región —desde el Frente Amplio uruguayo y el PJ del argentino Kirchner hasta la concertación de Bachelet en Chile— consiste en lograr el retorno a la "normalidad" del capitalismo latinoamericano. Se trata de resolver la crisis orgánica reconstruyendo el consenso y la credibilidad de las instituciones burguesas para garantizar EL ORDEN. Es decir: la continuidad del capitalismo. Lo que está en juego es la crisis de la hegemonía burguesa en la región, amenazada por las rebeliones y puebladas —como la de Argentina o Bolivia— y su eventual recuperación.

Desde nuestra perspectiva, y a pesar de las esperanzas populares, la manipulación de las banderas sociales, el bastardeo de los símbolos de izquierda y la resignificación de las identidades progresistas tienen actualmente como finalidad frenar la rebeldía y encauzar institucionalmente la indisciplina social. Mediante este mecanismo de aggiornamiento supuestamente "progre" las burguesías del cono sur latinoamericano intentan recomponer su hegemonía política. Se pretende volver a legitimar las instituciones del sistema capitalista, fuertemente devaluadas y desprestigiadas por una crisis de representación política que hacía años no vivía nuestro continente. Los equipos políticos de las clases dominantes locales y el imperialismo se esfuerzan de este modo, sumamente sutil e inteligente, en continuar aislando a la revolución cubana (a la que se saluda, pero... como algo exótico y caribeño), conjurar el ejemplo insolente de la Venezuela bolivariana (a la que se sonríe pero... siempre desde lejos), seguir demonizando a la insurgencia colombiana y congelar de raíz el proceso abierto en Bolivia. * Los desafíos de la izquierda latinoamericana antiimperialista y anticapitalista frente a su propia historia*

¿Cómo enfrentar entonces ese aggiornamiento de las formas políticas de dominación, ese intento gatopardista por cambiar algo para que el ORDEN siga igual y nada cambie de fondo?

Descartada la visión ingenua de un optimismo eufórico que postula en el terreno de las consignas agitativas un peligroso y falso triunfalismo —calificando como "avance revolucionario" a los gobiernos de Tabaré Vázquez, Kirchner o Bachelet—, debemos hacer el esfuerzo por comprender nuestros desafíos políticos a partir de nuestra propia historia y nuestras propias necesidades *[10]*. Así lo hizo Fidel cuando encabezó la revolución cubana, así lo hace Chávez en Venezuela. Así lo hicieron los sandinistas, los salvadoreños y los tupamaros en sus épocas fundacionales (cuando eran radicales y estaban contra el sistema), así lo hacen las FARC y el ELN en Colombia, al igual que los zapatistas en Chiapas. En el cono sur latinoamericano se nos impone encontrar nuestra propia perspectiva estratégica y nuestro rumbo político a partir de nuestra propia historia. ¡Debemos estudiar y tomar en serio a la historia!

Eso implica estar alertas frente a cualquier manipulación oportunista. Es cierto que todo relato histórico presupone construir genealogías en el pasado para defender y legitimar políticas hacia el futuro. Pero todo tiene un límite. No se puede ir al pasado, "meter mano", poner y sacar a gusto y * piacere* según las oportunidades del caso...

Por ejemplo, en la Argentina, no se puede poner en las banderas y en los carteles las imágenes de Santucho y del Che Guevara y luego, como por arte de magia, borrar esos símbolos para reemplazarlos por la foto de Juan Domingo Perón. Y luego, si cambian las alianzas políticas del momento, archivar rápidamente a Perón y volver a poner a Santucho o a quien convenga en esa ocasión. Siempre con la misma sonrisa cínica. ¡Como si todo fuera lo mismo! Eso es poco serio. Eso es hacer manipulación vulgar de la historia en función del presente inmediato. Así no se construye una identidad política de masas que logre aglutinar a la juventud rebelde y a la clase trabajadora combativa en función de un proyecto de emancipación radical. Los cubanos designan a esas maniobras como vulgar "politiquería". Lenin las denominaba "oportunismo". En cada uno de los países de nuestra América hay un término para hacer referencia a lo mismo.

La historia debe ser nuestra fuente genuina de inspiración, no un cómodo salvoconducto oportunista. * Formación política, hegemonía socialista e internacionalismo * No sólo debemos inspirarnos en la historia. En la actual fase de la correlación de clases —signada por la acumulación de fuerzas— necesitamos generalizar la formación política de la militancia de base. No sólo de los cuadros dirigentes sino de toda la militancia popular. Se torna imperioso combatir el clientelismo y la práctica de los "punteros" (negociantes de la política mediante las prebendas del poder), solidificando y sedimentando una fuerte cultura política en la base militante, que apunte a la hegemonía socialista sobre todo el movimiento popular. No habrá transformación social radical al margen del movimiento de masas. Nos parecen ilusorias y fantasmagóricas las ensoñaciones posmodernas y posestructuralistas que nos invitan irresponsablemente a "cambiar el mundo sin tomar el poder". No se pueden lograr cambios de fondo sin confrontar con las instituciones centrales del aparato de Estado. Debemos apuntar a conformar, estratégicamente y a largo plazo —estamos pensando en términos de varios años y no de dos meses— organizaciones guevaristas de combate.

¿Por qué organizaciones? Porque el culto ciego a la espontaneidad de las masas constituye un espejismo muy simpático pero ineficaz. Todo el movimiento popular que sucedió a la explosión del 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina diluyó su energía y terminó siendo fagocitado por la ausencia de organización y de continuidad en el tiempo (organización popular no equivale a sumatoria de sellos partidarios que tienen como meta máxima la participación en cada contienda electoral).

¿Por qué guevaristas? Porque en nuestra historia latinoamericana el guevarismo constituye la expresión del pensamiento más radical de Marx y Lenin y de todo el acervo revolucionario mundial, descifrado a partir de nuestra propia realidad y nuestros propios pueblos. El guevarismo se apropia de lo mejor que produjeron los bolcheviques, los chinos, los vietnamitas, las luchas anticolonialistas del África, la juventud estudiantil y trabajadora europea, el movimiento negro norteamericano y todas las rebeldías palpitadas en varios continentes. El guevarismo no es calco ni es copia, constituye una apropiación de la propia historia del marxismo latinoamericano, cuyo fundador es, sin ninguna duda, José Carlos Mariátegui. Guevara no es una remera. Su búsqueda política, teórica, filosófica constituye una permanente invitación a repensar el marxismo radical desde América Latina y el Tercer Mundo. No se lo puede reducir a tres consignas y dos frases hechas. Aun tenemos pendiente un estudio colectivo serio y una apropiación crítica del pensamiento marxista del Che entre nuestra militancia *[11]*.

¿Por qué de combate? Porque tarde o temprano nos toparemos con la fuerza bestial del aparato de Estado y su ejercicio permanente de fuerza material. Así nos lo enseña toda nuestra historia. Insistimos: ¡hay que tomarse en serio la historia! Pretender eludir esa confrontación puede resultar muy simpático para ganar una beca o seducir al público lector en un gran monopolio de la (in)comunicación. Pero la historia de nuestra América nos demuestra, con una carga de dramatismo tremenda, que no habrá revoluciones de verdad sin el combate antiimperialista y anticapitalista. Debemos prepararnos a largo plazo para esa confrontación. No es una tarea de dos días sino de varios años. Debemos dar la batalla ideológica para legitimar en el seno de nuestro pueblo la violencia plebeya, popular, obrera y anticapitalista; la justa violencia de abajo frente a la injusta violencia de arriba.

Pero al identificar el combate como un camino estratégico debemos aprender de los errores del pasado, eludiendo la tentación militarista. Las nuevas organizaciones guevaristas deberán estar estrechamente vinculadas a los movimientos sociales. No se puede hablar "desde afuera" al movimiento de masas. Las organizaciones que encabecen la lucha y marquen un camino estratégico, más allá del día a día, deberán ser al mismo tiempo "causa y efecto" de los movimientos de masas. No sólo hablar y enseñar sino también escuchar y aprender. ¡Y escuchar atentamente y con el oído bien abierto! La verdad de la revolución socialista no es propiedad de ningún sello, se construirá en el diálogo colectivo entre las organizaciones radicales y los movimientos sociales. Las vanguardias —perdón por utilizar este término tan desprestigiado en los centros académicos del sistema— que deberemos construir serán vanguardias de masas, no de elite.

Si durante la lucha ideológica de los '90 —en los tiempos del auge neoliberal— nos vimos obligados a batallar en la defensa de Marx, remando contra la corriente hegemónica, en la década que se abre en el 2000, Marx solo ya no alcanza. Ahora debemos ir por más, dar un paso más e instalar en la agenda de nuestra juventud a Lenin y al Che (y a todas y todos sus continuadores). Reinstalar al Che entre nuestra militancia implica recuperar la mística revolucionaria de lucha extrainstitucional que nutrió a la generación latinoamericana de los '60 y los '70.

Tenemos pendiente pensar y ejercer la política más allá de las instituciones, sin ceder al falso "horizontalismo" —cuyos partidarios gritan "¡*que no dirija nadie*!" porque en realidad quieren dirigir ellos— ni quedar entrampados en el reformismo y el chantaje institucional. Nada mejor entonces que combinar el espíritu de ofensiva de Guevara con la inteligencia y lucidez de Gramsci para comprender y enfrentar el gatopardismo. Saber salir de la política de secta, asumir la ofensiva ideológica y al mismo tiempo ser lo suficientemente lúcidos como para enfrentar el transformismo político de las clases dominantes que enarbolan banderas "progresistas" para dominarnos mejor.

Como San Martín, Artigas, Bolívar, Sucre, Manuel Rodríguez, Juana Azurduy y José Martí, como Guevara, Fidel, Santucho, Sendic, Miguel Enríquez, Inti Peredo, Carlos Fonseca y Marighella, debemos unir nuestros esfuerzos y voluntades colectivas a largo plazo en una perspectiva internacionalista y continental. En la época de la globalización imperialista no es viable ni posible ni realista ni deseable un "capitalismo nacional".

No podemos seguir permitiendo que la militancia abnegada —presente en diversas experiencias reformistas del cono sur— se transforme en "base de maniobra" o elemento de presión y negociación para el aggiornamiento de las burguesías latinoamericanas. Los sueños, las esperanzas, los sufrimientos, los sacrificios y toda la energía rebelde de nuestros pueblos latinoamericanos no pueden seguir siendo expropiados. Nos merecemos algo más que un miserable "capitalismo con rostro humano" y una mugrienta modernización de la dominación.

*Notas: ** [1]* Estos esquemas simplistas fueron extraídos principalmente de: *(a) *los estudios de orden filosófico de la década de 1840, críticos de la *Filosofía de derecho* de Hegel, donde Marx le reprochaba a su maestro subordinar la sociedad civil al Estado; y de *(b)* los análisis sociológicos de la década de 1850 donde Marx analizó la sociedad francesa y el fenómeno político bonapartista.

*[2]* Véase el inteligente estudio de Carlos Nelson Coutinho sobre Gramsci en América Latina y particularmente sobre la revolución pasiva en Brasil "As categorías de Gramsci e a realidade brasileira". En C.N.Coutinho: *Gramsci. Um estudo sobre seu pensamento político*. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1999. También pueden consultarse con provecho los trabajos de Florestan Fernandez sobre la revolución burguesa, recopilados por Octavio Ianni: *Florestan Fernandes: sociología crítica e militante*. São Paulo, Expressão Popular, 2004. Juan Carlos Portantiero había adelantado algunas inteligentes reflexiones en este sentido en su archicitado ensayo "Los usos de Gramsci" [1975] (Buenos Aires, Grijalbo, 1999), pero a diferencia de los dos autores anteriores, Portantiero terminó convirtiendo a Gramsci en un comodín socialdemócrata bastardeado hasta límites inimaginables.

*[3]* Véase nuestro trabajo "Los verdugos latinoamericanos: las Fuerzas Armadas de la contrainsurgencia a la globalización", ensayo incorporado en nuestro: *Pensar a contramano. Las armas de la crítica y la crítica de las armas*. Buenos Aires, Editorial Nuestra América, 2006.

*[4]* Adoptamos esta categoría de Mario Roberto Santucho: *Poder burgués, poder revolucionario *[1974]. En Daniel De Santis [compilador]: *A vencer o morir. PRT-ERP Documentos*. Bs.As., EUDEBA, 1998 (tomo I) y 2000 (Tomo II).

*[5]* Véase el testamento político del Che, cuando afirma: "Por otra parte las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -*si alguna vez la tuvieron*- y sólo forman su furgón de cola. No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o caricatura de revolución". "Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental" (ediciones varias).

*[6]* Véase el capítulo "Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional" del libro de Silvio Frondizi:* La realidad argentina. Ensayo de interpretación sociológica* (en dos tomos, Tomo I: 1955 y Tomo II: 1956); Víctor Testa [seudónimo de Milcíades Peña]: "Industrialización, seudoindustrialización y desarrollo combinado". En *Fichas de investigación económica y social*, Año I, N°1, abril de 1964. p.33-44. Este artículo fue recopilado póstumamente en Milcíades Peña: *Industrialización y clases sociales en la Argentina*. Bs.As., Hyspamérica, 1986. p.65 y ss.; y finalmente nuestro ensayo: "¿Foquismo?: A propósito de Mario Roberto Santucho y el pensamiento político de la tradición guevarista". En *Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder*. Buenos Aires, Nuestra América, 2005.

*[7]* Tratando de pensar la conformación social de la dominación burguesa en Argentina y América Latina de una manera diferente (tanto frente al reformismo stalinista como frente al populismo nacionalista), el viejo dirigente comunista Ernesto Giudici —quien en 1973 propuso la herética unidad del comunismo con las organizaciones político-militares PRT-ERP y Montoneros— arriesgó una hipótesis más que sugerente. Siempre decía que hay que pensar la historia latinoamericana a partir de su propia cronología histórica, sin violentarla para que entre en el lecho de Procusto de cronologías diversas. Hecha esta salvedad, Giudici consideraba pertinente una analogía con las formaciones sociales europeas; ya no con Francia —modelo de *El 18 Brumario de Luis Bonaparte*— ni con Inglaterra— arquetipo empírico que está en la base de *El Capital*—, sino con el prusianismo alemán. La formación histórica del capitalismo en Argentina, por ejemplo, se asemejaba mucho más a la atrasada Prusia que a las modernas Francia o Inglaterra. Como en Prusia, la burguesía argentina vivía haciendo pactos y compromisos con los propietarios terratenientes, utilizando al ejército como fuerza social privilegiada en política y reprimiendo toda vida cultural autónoma. La hipótesis analógica del "prusianismo" cumplía en los razonamientos de Giudici un rol mucho más abarcador que el "camino prusiano en la agricultura" del que hablaba Lenin, por contraposición a la modernización de la agricultura capitalista de los farmers norteamericanos. Véase "Herejes y ortodoxos en el comunismo argentino", en nuestro *De Ingenieros al Che. Ensayos sobre el marxismo argentino y latinoamericano*. Buenos Aires, Biblos, 2000 [hay reedición cubana ampliada, 2006].

*[8]* Es bien conocido el análisis del historiador británico Perry Anderson (a quien nadie puede acusar de provincianismo intelectual o de chauvinismo latinoamericanista), quien sostiene que el primer experimento neoliberal *a nivel mundial* ha sido, precisamente, el de Chile. Incluso varios años antes que los de Margaret Thatcher o Ronald Reagan. No por periféricas ni dependientes las burguesías latinoamericanas han quedado en un segundo plano en la escena de la dominación social. Incluso en algunos momentos se han adelantado a sus socias mayores, y han inaugurado —con el puño sangriento de Pinochet en lo político y de la mano para nada "invisible" de Milton Friedman en lo económico—, un nuevo modelo de acumulación de capital de alcance mundial: el neoliberalismo. * [9]* Recordemos que para Marx la república burguesa parlamentaria —que él nunca homologaba con "democracia"— constituía la forma más eficaz de dominación política. Marx la consideraba superior a las dictaduras militares o a la monarquía porque en la república parlamentaria la dominación se vuelve anónima, impersonal y termina licuando los intereses segmentarios de los diversos grupos y fracciones del capital, instaurando un promedio de la dominación general de la clase capitalista, mientras que en la dictadura y en la monarquía es siempre un sector burgués particular el que detenta el mando, volviendo más frágil, visible y vulnerable el ejercicio del poder político.

*[10]* En ese sentido sería conveniente no confundir las necesidades diplomáticas coyunturales de determinados Estados —a los que defendemos de la agresividad imperialista y con los cuales nos solidarizamos activamente—, con las necesidades políticas del movimiento popular en nuestros países del cono sur latinoamericano. Aunque luchamos por los mismos fines antiimperialistas y socialistas, no siempre lo que le conviene a los Estados amigos es lo que le conviene a los movimientos sociales y populares de nuestros países.

Reflexionemos sobre un ejemplo histórico concreto: la Revolución Cubana sufre un embargo criminal de EEUU desde su mismo desafío al coloso del norte. Prácticamente todos los Estados del continente, siguiendo la presión yanqui, rompieron relaciones con Cuba a inicios de los '60. Uno de los pocos que no lo hizo fue México. Durante décadas, en México gobernaba el PRI, partido burgués, corrupto y autoritario si los hay (surgido del congelamiento de la revolución mexicana). El PRI mantenía "hacia afuera" una política de no confrontación con Cuba, lo cual resulta muy útil diplomáticamente para frenar a EEUU. En lo interno reprimía al movimiento obrero, compraba dirigentes, dividía las organizaciones populares, masacraba estudiantes, hacía desaparecer indígenas, etc. A fines de los '60 en México surgen organizaciones guerrilleras que son masacradas. Años más tarde, surge el EZLN contra el PRI. ¿Cuba rompe amarras contra el Estado mexicano? No, no lo puede hacer. Necesita mantener relaciones diplomáticas con el Estado mexicano para eludir el bloqueo yanqui, lo cual resulta plenamente comprensible. ¿Entonces? ¿Qué debe hacer el movimiento popular en México? ¿Apelar a la autoridad moral de Cuba para apoyar al PRI? La respuesta negativa es más que obvia (no obstante existieron corrientes que así lo hicieron durante años. La vertiente de Lombardo Toledano —de nefasta memoria— apoyaba al PRI con retórica de "izquierda", apoyaba las represiones del gobierno como "progresistas", incluida la masacre de Tlatelolco, etc, etc). Sobre estas dificultades objetivas que el internacionalismo militante no puede desconocer, véase nuestro diálogo-entrevista (realizado junto con el compañero Luciano Álzaga) al presidente de la Asamblea Popular de la república de Cuba Ricardo Alarcón. En *http://www.lahaine.org/index.php?p=14057 * y *http://www.rebelion.org/noticia.php?id=30096 * * [11]* Apuntando en esa dirección y hacia esa tradición política, hemos querido contribuir con un pequeñísimo granito de arena a través de nuestro *Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder* y con diversas experiencias de formación política en varias cátedras Che Guevara, dentro y fuera de la universidad, tanto en movimientos de derechos humanos, en el movimiento estudiantil como en escuelas del movimiento piquetero.

viernes, 22 de agosto de 2008

Consejos Comunales y Comunas: entre el Clientelismo y el Poder Popular



Por Luis R Delgado J

Los Consejos Comunales son los espacios sociales en construcción en los cuales la militancia revolucionaria ha depositado mayor esperanza. Son los espacios de participación donde puede prefigurarse la construcción del Poder Popular, del nuevo Estado, del Socialismo.


De su consolidación se deriva la construcción de un espacio de articulación mayor denominado Comuna, palabra que hace emocionar el espíritu y avivan las expectativas de materialización de una utopía que tiene siglos.

Sin embargo, la realidad siempre es más dura y concreta que los sueños, lo cierto es que el proceso de conformación de los Consejos Comunales apenas está en sus inicios, menos de dos años para ser más exactos, de lo cual lo que salta a la vista más allá de las virtudes inherentes a la participación popular, es una serie de vicios, desviaciones y problemáticas que preocupan profundamente.

Hay que partir en primer lugar de que Venezuela es un país que todavía se circunscribe en una Formación Social predominantemente Capitalista, de eso no debe caber duda, el Socialismo es todavía un proyecto, una perspectiva en construcción cuyo éxito dependerá de la capacidad combativa y creativa de los sectores populares y trabajadores. Esto nos permite entender de forma clara, que los vicios más perniciosos y odiosos del Capitalismo están plenamente vivos, el egoísmo, la corrupción, el machismo, la delincuencia, el fetichismo y la alienación en todas sus formas, son percibidas cotidianamente, aunque empiezan a emerger con más fuerza ciertos valores emancipatorios como la solidaridad, la cooperación entre otros.

En este contexto la construcción de los Consejos Comunales se ha visto perjudicada por la presencia de estos factores ideológicos-morales negativos, el despilfarro de recursos, la ausencia de perspectiva de las necesidades más apremiantes, la corrupción, el nepotismo, el despotismo, la división por intereses mezquinos, el latrocinio más simple no se han hecho esperar, producto de la falta de conciencia política, de educación y organización popular. Hay que aclarar que esto no es culpa exclusiva de los habitantes de las comunidades, es una herencia histórica no resuelta de forma definitiva y es producto de la ineficacia política de las organizaciones políticas-sociales de izquierda, eso sin contar que el gobierno no ha logrado cooperar de forma oportuna a la organización popular, por el contrario por el carácter burgués del Estado venezolano, lo que se ha hecho es reproducir políticas paternalistas y asistencialistas que acentúan el fenómeno clientelar y electorero.

Todo esto crea una problemática muy peligrosa para la Revolución Bolivariana porque la desvirtúa, y la derrota de una iniciativa como la conformación de los Consejos Comunales y las Comunas sería una derrota ideológica estratégica para el modelo de Democracia Participativa y el Socialismo.

Frente a esta delicada situación es impostergable que el Gobierno Bolivariano, la Alianza Patriótica, los movimientos sociales y sectoriales revolucionarios, y las masas populares en cuestión, se aboquen a elevar de forma sustancial los niveles de movilización, concientización y organización del pueblo venezolano, de las y los trabajadores del campo y la ciudad, las mujeres, la juventud, los intelectuales y artistas.

En esta coyuntura de elecciones regionales y municipales, los candidatos de la Alianza Patriótica deben comprometerse a cumplir con las tareas antes descritas. Los gobernadores y alcaldes revolucionarios están obligados a facilitar la construcción del Poder Popular, deben promover no imponer a su medida, la organización de las Consejos Comunales y las Comunas. La Gobernación y la Alcaldía deben ser espacios donde manden los Consejos del Poder Popular (comunales, de trabajadores y trabajadoras, juveniles-estudiantiles, campesinos, etc.).

Debemos erradicar el vicio clientelar, el despilfarro de recursos, la ausencia de perspectiva de las necesidades más apremiantes, la corrupción, el nepotismo, el despotismo, la división por intereses mezquinos, el latrocinio.

La vigilancia y disciplina revolucionaria, la contraloría social, la conciencia de clase deben acerarse, robustecerse para hacer más invulnerable a nuestro Proceso Bolivariano.

No perdamos lo que nos ha costado tanto sacrificio, seamos serios y honestos.




jueves, 21 de agosto de 2008

El PCV de frente con Mario Silva y el Socialismo


De cara al inicio de la campaña para las elecciones regionales y locales del próximo 23 de noviembre del presente año, el Comité Regional-Carabobo del Partido Comunista de Venezuela reafirma de forma categórica su respaldo a la candidatura del Camarada Mario Silva a la Gobernación del Estado Carabobo.

Tal como fue anunciado hace unos días en la prensa regional, y posteriormente se ratificó en nuestro acompañamiento a la inscripción del candidato del PSUV en la región, el PCV expresa su apoyo a la candidatura de un compatriota que ha sabido ganarse la confianza y el corazón de importantes sectores populares de la región y el país.

El PCV, al momento de hacer consideraciones sobre las candidaturas, vio necesaria la consolidación de una verdadera unidad estratégica para derrotar a la oligarquía y al imperialismo en la región, además de construir de forma consecuente el Poder Popular necesario para abrir las perspectivas de construcción del Socialismo. Por estas razones programáticas el PCV decidió respaldar al candidato Mario Silva.

De cara al inicio de la campaña para las elecciones regionales y locales del próximo 23 de noviembre del presente año, el Comité Regional-Carabobo del Partido Comunista de Venezuela reafirma de forma categórica su respaldo a la candidatura del Camarada Mario Silva a la Gobernación del Estado Carabobo.

Tal como fue anunciado hace unos días en la prensa regional, y posteriormente se ratificó en nuestro acompañamiento a la inscripción del candidato del PSUV en la región, el PCV expresa su apoyo a la candidatura de un compatriota que ha sabido ganarse la confianza y el corazón de importantes sectores populares de la región y el país.

El PCV, al momento de hacer consideraciones sobre las candidaturas, vio necesaria la consolidación de una verdadera unidad estratégica para derrotar a la oligarquía y al imperialismo en la región, además de construir de forma consecuente el Poder Popular necesario para abrir las perspectivas de construcción del Socialismo. Por estas razones programáticas el PCV decidió respaldar al candidato Mario Silva.

Los y las comunistas carabobeños consideramos que es la persona más idónea en estos momentos para acometer la difícil tarea de arrancar de las garras de la oligarquía, la gobernación de este importante estado del país.

Reconocemos en Mario Silva a un revolucionario que sabe escuchar y es atento a las problemáticas más acuciantes de nuestro pueblo, razón fundamental de nuestra política dirigida a la emancipación de la clase trabajadora.

Por todo esto, instamos a las demás fuerzas aliadas a sumarnos a una candidatura única que favorezca el desarrollo del proceso revolucionario en la región, a una candidatura que garantice con mayor contundencia la victoria sobre las fuerzas opositoras oligárquicas, no debemos prestarnos a improvisaciones y políticas aventureras que pueden salir costosas al pueblo carabobeño.

Es menester derrotar las maquinaciones de la derecha opositora y la derecha endógena, el divisionismo y la política de las zancadillas, es una traición al pueblo y al Proceso Bolivariano, Carabobo es el tercer estado en importancia y no debemos olvidarlo.

¡Con el PCV, Mario Silva Gobernador!

Partido Comunista de Venezuela

Comité Regional-Carabobo

martes, 19 de agosto de 2008

Paridad Política: conquista histórica de la Mujer venezolana



Por Rebeca Eliany Madriz Franco

Tras la norma del Consejo Nacional Electoral de Venezuela para postulaciones a las próximas elecciones regionales de Diciembre que impone en su artículo 16 postular candidaturas bajo el principio de paridad y alternabilidad de género, los resultados de las inscripciones, por primera vez en la historia Patria, reportaron el tan anhelado 50/50 de Participación Política, al registrarse 2.598 Mujeres como candidatas a los cuerpos colegiados que estarán en disputa, del total de 5.225 inscritos, lo que se traduce en aproximadamente un 49,73% de Mujeres y un 50,27% de Hombres.

Se trata de la materialización de una de las principales banderas de los Movimientos de Mujeres en todo el mundo: el acceso de las Mujeres a los espacios de toma de decisiones, en las mismas condiciones y proporción que los hombres. Debe señalarse con especial atención, que no es casual que tal decisión tenga lugar en el momento en el que máximo órgano electoral del país, está integrado por 3 mujeres de los 5 miembros principales que lo conforman.

La Paridad Política representa más allá del simple hecho reivindicativo una nueva ventana de oportunidades para el proceso político Venezolano, que genera nuevas perspectivas de avance, ya que puede ser, potencialmente, el inicio de los tan esperados cambios cualitativos que desde hace años reclamamos las Mujeres en la Revolución Bolivariana.

Con lo anterior no pretendo hacer ver que las mujeres sean o no mejores que los hombres, o sean buenas y los hombres malos, de lo que se trata, y así ha sido demostrado en los grandes procesos históricos, es que a mayor grado de participación de la mujer, mayor es el avance de los procesos liberadores, pues la naturalización de la opresión que el sistema patriarcal y el capitalismo ejercen sobre la mujer, impide el pleno ejercicio de las capacidades y de los substanciales aportes que puede dar la mujer a la liberación, no sólo de su género, sino fundamentalmente de la clase.

Mucho se ha discutido sobre el hecho de imponer o no la paridad, de decretar o no que las mujeres, como los hombres, accedan a los espacios de poder en igual número. Sin embargo, esas contradicciones tienen que ser superadas, porque la realidad, y así lo vivimos día a día, es que por más “avanzada” que pueda ser un organización política en la materia (lastimosamente no es el caso Venezolano), hay un muro de contención que sigue manteniendo maniatadas a las mujeres, porque convergen en el tema una serie de elementos que diversifican la discriminación, y cuyas expresiones cotidianas pudieran pasar desapercibidas, pero ATENCIÓN: se banaliza, subestima, y menosprecia, el sacrificio que para una mujer significa, ser una activa militante revolucionaria.

Los ejemplos abundan, compañeros que ante la subordinación a una mujer, reaccionan desproporcionalmente inconformes e insubordinados. Otros que te dan un espaldarazo cuando es obligatorio dedicarse a lo que para ellos le corresponde a una mujer (hogar, familia) y con una palmadita en la espalda te despiden de la escena para zafarse de lo impertinente que resulta una mujer en la política. Compañeros que banalizan los aportes políticos de una mujer, más aun si son teóricos, pues para ellos ciertamente las mujeres utilizamos el cuerpo, pero no el cerebro. La casual conversación “urgente” que se asoma en una reunión política cuando las mujeres tenemos la palabra, es costumbre para muchas de nosotras. La exigencia de una militante política mujer es exactamente igual a la de un hombre, con la diferencia de que el hombre, no tiene que atender las múltiples ocupaciones que una mujer. Sin contar aquel que a la hora de saludar, pregunta al del lado que opina de la situación geopolítica internacional, mientras a la compañera le extiende el respectivo: que bonita camarada… Así como no falta algún compañero que denuncie las desviaciones ideológicas (feministas) de quienes abrazamos e insistimos que se valore esta lucha en su justa medida, y se comprenda que el origen de la misma es la aparición de la propiedad privada, por lo que la emancipación de la mujer es inseparable de la lucha de clases.

Si bien lo anterior puede valorarse como intrascendente cuando se plantea el riesgo de retrogradar en un proceso como el Venezolano, no es menos cierto que para las mujeres es un manto que impide ver el brillo de ese diamante (hasta ahora en bruto) que es una militante revolucionaria, que se desgasta la mística de sacrificio por ese mundo mejor, que si no hay una propuesta alternativa para las mujeres entonces se pierde el empuje de la mitad de la clase, la cual se hace indispensable para la lucha contra los explotadores. El potencial político y moral de la mujer, es necesario para romper las cadenas de la opresión.

Los errores históricos han cobrado con creces este error de las “izquierdas” de subestimar el protagonismo de las mujeres, pues ha contribuido a seguir atomizando y desarticulando a la clase trabajadora, y además a empujado a muchos sectores y movimientos de mujeres a fundirse con sectores de la burguesía bajo una supuesta “autonomía” de Partidos Feministas, que terminan convirtiéndose en instrumentos para dispersar las luchas de nuestros pueblos.

No puede afirmarse que este avance sea la cura de nuestros males, pues como bien señaló José Carlos Mariátegui, en el actual panorama humano “la clase diferencia a los individuos más que el sexo”; sin embargo, es un indiscutible paso al frente que reafirma el carácter revolucionario del Proceso Político Venezolano.

Las mujeres hemos sido castradas en el escenario público, y por ende político, de allí que hasta hoy estemos atadas a la obligación de una labor cuyo valor no se reconoce y que sin embargo, es indispensable, para el desarrollo social, a la par de que produce un desgaste, humillación, embrutecimiento, y monotonía que torna bastante gris, el impacto que ejercemos sobre la vida política, económica, social y cultural. En este sentido, nadie mejor que las mujeres para tomar las riendas de del principal cerco que limita el desarrollo integral de nuestra personalidad.

Nuestras leyes, formuladas principalmente por hombres, son contentivas de profundas inequidades imperceptibles en muchos casos, inclusive, por los elementos más consecuentes e identificados con los intereses del Pueblo. Por lo tanto, el reconocimiento de la Paridad Política, es el primer paso para el ejercicio real de lo que nos corresponde: “incidir de manera directa en los profundos cambios que requiere una sociedad como la nuestra”.

La Paridad Política no es una dádiva para la Mujer Venezolana, pues aguas abajo la participación de la mujer ha sido a lo largo de la Revolución Bolivariana mayoritaria que la de los hombres, y es hasta ahora que en ejercicio de ese legítimo derecho, se expresa con mayor claridad la proporción real de ese papel protagónico.

Finalmente, hay que exhortar a las Compañeras, Luchadoras, Revolucionarias, que hoy son candidatas a estos espacios de participación, a ser portavoces de las más profundas inequidades de las cuales somos víctimas, a comprometerse en una batalla campal contra la violencia, por el reconocimiento de nuestros derechos humanos, el reconocimiento real del trabajo doméstico como actividad económica, el ejercicio pleno de nuestra sexualidad, el acceso a la educación, a la salud, a empleos dignos; a contribuir a crear las condiciones para enfrentar los obstáculos culturales y políticos por venir, que seguramente necesitarán de mujeres conscientes, organizadas, unidas y movilizadas contra las agresiones del enemigo interno y externo; a demostrar nuestra condición “doblemente revolucionaria”, bajo la consigna: “MUJERES POR EL SOCIALISMO, CREANDO PODER POPULAR”.

Las olimpiadas de Beijing y el odioso Occidente


Francisco Umpiérrez Sánchez
Rebelión




“Los occidentales no sólo se creen los dueños del mundo, también se creen los dueños de los conceptos, de su sentido y de su verdad”



Impresionante ceremonia


La ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos de Beijing la vi en diferido. Mi cuñada, afiliada al PP, le había dicho a mi pareja que no se la perdiera, que era impresionante, la mejor ceremonia que había visto jamás. Para los que hemos militado en partidos maoístas, la ceremonia ha sido todo un acto de orgullo y de identificación. China ha sabido combinar lo antiguo con lo moderno, ha hecho de las masas el principal protagonista, y ha mostrado al mundo su identidad y su poder. Si a eso unimos el protagonismo que tuvo la enorme bandera roja con sus cuatro estrellas amarillas, que simbolizan las cuatro grandes fuerzas de la revolución, los campesinos, los obreros, los soldados y los estudiantes, su izamiento y el canto de su himno, donde lo primero que se escucha es “levantaos, aquellos que rehúsan ser esclavos”, la emoción y el orgullo fue total. Pensé en Sarkozy, en Bush y en toda suerte de capitalistas imperialistas, lo que les debía doler ver el éxito de la ceremonia, contemplar la bandera roja ondeando, y saber que el partido que ha gobernado los destinos de China desde 1949 y que ha hecho posible la China de hoy es el Partido Comunista. Estaba lleno de regocijo y de alegría. Al fin China ha podido decir: aquí estamos, esto somos nosotros, esto es de lo que somos capaces de hacer.

Sí, pero…,



El lunes, 11 de agosto, desde que llegó mi prima a la oficina donde trabajo le pregunté: ¿viste la ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos? Me respondió con un sí poco emotivo. Le pregunté entonces, ¿qué te pareció? Y me contestó: Estuvo bien, pero después está la otra parte, taparon la pobreza y… Ya no la dejé seguir. Me indigné. Los medios de comunicación occidentales han logrado lo que pretendían o buena parte de lo que pretendían. No cesan de criticar a China. No cesan de exponer los lados oscuros y feos de China. Porque no niego que en China haya lados oscuros y feos, ¿pero en qué país no los hay? Y otra cuestión: ¿quién decide cuando exponer por televisión los lados oscuros y feos de un país? Los occidentales. ¿Cómo se puede admitir que el mismo día en que se celebra una fiesta de una belleza enorme, como ha sido la inauguración de los juegos olímpicos, haya medios de comunicación que traten de afear ese evento con determinadas e intencionadas informaciones? ¿Qué razón explica este comportamiento? Pues lo explica una razón muy clara: sus intereses imperialistas. Y de ese imperialismo, de esa mentalidad donde el occidental se cree que toda la tierra es suya y que no respeta ninguna forma de vida distinta a la suya, participan las grandes masas de Occidente. Le dije a mi prima, notablemente irritado, ¿has escuchado tú a algún medio informativo chino alguna vez? Y sólo cabía una respuesta: no, jamás ha escuchado a un medio informativo chino. Lo que sabe sólo lo sabe por los medios informativos occidentales. Y esto nos da una idea de lo poco democrática que es la opinión publicada por los occidentales. Lo cierto es que no tuve la oportunidad de hablar con mi prima de la ceremonia, de su contenido, del sí, sólo hablamos del “pero”. Y fue así porque los medios de opinión occidentales así lo han forzado.

Sería bueno que cada vez que Nadal jugara un partido, el comentarista dijera “sí, está bonito y emocionante, pero gana muchísimo dinero. Y al tiempo añadiera: “Y en España hay ocho millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza”. Y este “sí, pero…” deberían emplearlo cuando se celebra un partido de fútbol de primera división, cuando se celebra un evento de moda, cuando se informa sobre las grandes mansiones, cuando se habla de las grandes fortunas, y cuando se celebran las navidades y un sinfín de acontecimientos más. Pero esto no ocurre ni puede ocurrir, puesto que son los occidentales quienes deciden cuando es necesario emplear el “pero”. En esto es en lo que debe meditar mi prima, que la imagen que se hace del mundo no es libre ni objetiva, sino forzada e interesada. Puesto que para que fuera libre y objetiva habría que escuchar previamente a algunas voces autorizadas entre los 1.300 millones de chinos.


Los odiosos occidentales


Los occidentales no sólo se creen los dueños del mundo, también se creen los dueños de los conceptos, de su sentido y de su verdad. El mundo es la representación que se hace el occidental del mundo. Y China es, por supuesto, como se la representan los occidentales. El hecho de que los chinos sean 1.300 millones de personas no importa. Lo que ellos piensen, sientan y crean no entra en juego. Que sea una civilización con 5.000 años de historia tampoco cuenta. Lo que cuenta es Occidente y lo que ella piensa y se representa. ¿Y por qué esto es así? Porque los occidentales monopolizan los grandes medios de comunicación de masas y ellos dan la imagen del mundo que ellos quieren.

Los occidentales quieren o pretenden que el mundo sea un reflejo suyo, que todo sea a su imagen y semejanza. Pero esto no sólo lo quiere la derecha burguesa, también lo quiere la izquierda burguesa. Y lo que es peor: también lo quiere la izquierda radical y aún la izquierda extremista. Si la derecha y la izquierda burguesa quieren que China sea como es Occidente, la izquierda radical y la izquierda extremista quiere que China sea como ellos se han imaginado que debe ser el socialismo. Sin duda que son odiosos los occidentales y se comportan de un modo imperialista.


¿Se puede hablar desde la neutralidad?


Me ha alegrado muchísimo saber que Fidel Castro se ha referido a la ceremonia como “maravilloso espectáculo”. Habla de forma alineada y de forma partidista. Sin embargo, ha habido una serie de articulistas, algunos de ellos desde Rebelión, que han hablado desde una aparente neutralidad y objetividad. No creo que sea objetivo hablar desde el punto de vista de los derechos humanos o desde el punto de vista de la libertad de expresión, puesto que ambos aspectos dependen del poder. Tampoco es justo hablar sin perspectiva histórica, sin examinar donde estaba China en 1949 y donde está ahora. Y tampoco es conforme a la verdad que las fuentes sean siempre extranjeras, como si los chinos no tuvieran boca. Sería de agradecer que de vez en cuando se citaran fuentes chinas.

Lenin supo tener una visión estratégica del mundo. Supo comprender que los movimientos de liberación nacional, movimientos burgueses, formaban parte de la revolución socialista. Tuvo la clarividencia de distinguir entre potencias capitalistas opresoras y potencias capitalistas oprimidas. Y China es una sociedad que está llevando a cabo un proceso de liberación nacional y está haciendo un socialismo con características chinas. Y en la actualidad es el mayor freno al imperialismo de Estados Unidos y de la Unión Europea.


La perspectiva histórica


Sin duda que China tiene partes feas y oscuras. Pero en 1949 China era todavía un país semifeudal y semicolonial. Hasta ese entonces Francia e Inglaterra ejercían el colonialismo sobre buena parte de ese continente. Pensemos sólo cuando Europa occidental era un país semifeudal, pensemos en los siglos XVI, XVII, XVIII. Contemos todo lo feo y ruin que ha habido en Europa occidental durante todo ese periodo, añadiéndole además el siglo XX con sus dos guerras mundiales. Pensemos en el sistema colonial y la acumulación originaria del capital en Europa occidental. Contabilicemos sobre cuánto saqueo, robo, y muerte se ha edificado el civilizado Occidente. Sin duda que Occidente en el marco de esta perspectiva histórica es más maldito que China.

¿No comprende Occidente que el África de hoy, su inmensa pobreza y subdesarrollo, es obra suya? ¿Por qué se alarma de la pobreza que hay en China cuando la que ella ha generado en África es mil veces peor? ¿Ignoran acaso que América fue conquistada por los occidentales a cuchillo y que fue saqueada? ¿Ignoran acaso que convirtieron a los africanos en esclavos y esquilmaron buena parte de las riquezas naturales de África?

Si los occidentales se molestaran en mirar a la historia, no serían tan subidos y tan creídos. Serían más comprensivos, reconocerían que más sangre y lodo que la que contiene la historia de Europa occidental no es posible encontrar en ningún otro grupo de naciones, y ayudarían a China en vez de intentar constantemente hostigarla. ¿No comprenden los occidentales que en 1949 la mayoría de la población campesina eran siervos y el resto del pueblo estaba bajo el poder despótico de las potencias coloniales? ¿No es un hito histórico y un gran triunfo de la razón comunista que en el plazo de no llega todavía a los sesenta años China sea una de las grandes potencias económicas, políticas y culturales del mundo? Sin duda que es así. Y a los occidentales no le va a quedar más remedio que aceptarlo: el futuro del mundo será también un futuro comunista.


La niña china: imagen y sonido


Había dado por concluido este artículo cuando los medios de comunicación occidentales volvieron a alertar a las masas sobre un hecho aparentemente indignante. Esta es la información que suministraron y con la que cautivaron la conciencia de las grandes masas sociales: “La niña que aparecía cantando en la inauguración de los juegos olímpicos en verdad no estaba cantando, sólo lo estaba simulando, y lo peor: la voz que se oía no era la suya sino la de otra niña. ¿Y saben por qué la niña que en verdad cantaba no apareció en el escenario? Porque era fea y regordeta”. En la oficina donde trabajo, en el supermercado y en el barrio todo el mundo hablaba de eso: lo que le hicieron a la pobre niña y lo malo que son los chinos.

Yo no quepo en mi indignación. Pregunta: ¿alguien ha visto alguna vez en los spot publicitarios sobre pañales, colonias y demás enseres algún niño o niña que no sean rabiosamente hermosos? ¿Alguien ha visto en una pasarela o en cualquier evento publicitario hombres y mujeres que no sean hermosos? Hay que responder con un rotundo no. ¿No es cierto que todas las casas que elaboran productos para bebés eligen los niños y las niñas más hermosos para vender su imagen? Claro que es totalmente cierto. Entonces, ¿a qué viene tanto revuelo por lo que ha pasado en China? Pues la respuesta es sencilla: los occidentales se creen en el derecho de juzgar y condenar a los demás pueblos. ¿Y por qué tienen esta creencia? Porque por su venas todavía corre la mentalidad colonialista e imperialista.

El que dirigió la inauguración de los juegos olímpicos eligió la mejor voz y la mejor imagen. Y está en todo su derecho de hacerlo. Y aún incluso si los occidentales no hicieran lo mismo, que sí lo hacen, tampoco tendrían derecho a creer que su escala de valores es la válida para medir éticamente las acciones de los demás pueblos. Así que incido en lo mismo: los occidentales son enormemente odiosos.

lunes, 18 de agosto de 2008

POR LA UNIDAD REVOLUCIONARIA EN TACHIRA Y EN VENEZUELA


Jesús Sánchez Rivera (TOMADO DE DIARIO CATOLICO.COM)

Ya se despejaron las dudas sobre posibles desentendimientos entre el Partido Comunista (PCV) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Táchira. El gallo de la tolda comunista prefirió declinar su aspiración a la Gobernación con tal de que se garantice la victoria chavista el próximo 23 de noviembre.

El Gallo declinó a favor de Salcedo

Print this Page

Jesús Sánchez Rivera

Ya se despejaron las dudas sobre posibles desentendimientos entre el Partido Comunista (PCV) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Táchira. El gallo de la tolda comunista prefirió declinar su aspiración a la Gobernación con tal de que se garantice la victoria chavista el próximo 23 de noviembre.

Henry Parra, ex aspirante del PCV a la gobernación, informó que luego de varias reuniones sostenidas con la directiva nacional del PCV y del PSUV se acordó ratificarle el apoyo a Leonardo Salcedo.

No obstante, podría hablarse de trueque en este apoyo del Partido Comunista en Táchira a Salcedo, puesto que declinando Henry Parra a la gobernación, se le permite entrar como primero en la lista del PSUV al Consejo Legislativo regional, con lo cual estaría garantizando su reelección como parlamentario para los próximos cuatro años.

“No es que se le esté dando un puesto al PCV, sino que es un espacio que nos hemos ganado a través de la lucha; además, con ese acuerdo estuvo conteste la dirección nacional del PCV y la del PSUV”, sostuvo Henry Parra.

Buscan consenso para las alcaldías
Por otra parte, resta discutir los métodos para apoyar las candidaturas propuestas por el PCV a siete alcaldías: Junín, Córdoba, Fernández Feo, Andrés Bello, Ayacucho, Panamericano y Jáuregui, jurisdicciones donde según Parra existe liderazgo comunista; estos acuerdos deben hacerse antes del 16 de septiembre, apuntó.

“Si nosotros no tenemos los números y no tenemos cifras apoyaremos la candidatura que esté mejor posicionada por el chavismo en esos municipios”, dio el Gallo.

Ahora resta esperar la presentación oficial del candidato a la Gobernación, Leonardo Salcedo, con la presencia del secretario nacional del PCV y si es posible la participación de Freddy Bernal como vice presidente del PSUV para la zona andina.

sábado, 16 de agosto de 2008

La Prostitución, tema anónimo en la Revolución Bolivariana


Rebeca E. Madriz Franco (Dirginte comunista carabobeña)
Rebelión




A propósito del paquete de Leyes presentadas esta semana a la Asamblea Nacional, llama la atención como se siguen posponiendo cambios de vital importancia para superar las trabas históricas más anacrónicas que siguen llevando sobre sus hombros los sectores más excluidos de la Sociedad. Rebeca E. Madriz Franco
Rebelión




A propósito del paquete de Leyes presentadas esta semana a la Asamblea Nacional, llama la atención como se siguen posponiendo cambios de vital importancia para superar las trabas históricas más anacrónicas que siguen llevando sobre sus hombros los sectores más excluidos de la Sociedad.

Mención especial merece el tema de la Prostitución, el cual, ha pasado debajo de la mesa, frente a la oleada de misiones sociales, reformas de leyes, cambios y creaciones de Ministerios que no han atacado el tema en cuestión. Agregando además la necesidad de que el Ministerio de Estado para asuntos de la Mujer, finalmente comience a ser portavoz de la problemática real de las mujeres venezolanas, especialmente las más pobres; y se pospongan los “espectáculos” para cuando ciertamente, hayan cambios significativos en materia de género que permitan una mayor inclusión de las mujeres, a la par de que se garanticen nuestros Derechos y garantías fundamentales.

Es obligatorio señalar en principio, un contundente rechazo ante una problemática que en resumidas cuentas, y en oposición a la tradicional y machista frase de “la profesión más antigua”, no es más que la forma de esclavitud y violencia de mayor data a la que hemos sido sometidas las mujeres en toda la historia de la Humanidad.

Sobre la Prostitución existen abiertas posturas a favor y en contra, por lo que ambas deben ser analizadas a profundidad, y se debe, particularmente tomar en cuenta, la opinión de ese sector social que se ha tornado casi invisible hasta ahora.

Hay que partir de que actualmente la pornografía representa una herramienta ideológica “fundamental” de las clases dominantes, pues una vez que el sexo se ha convertido en una mercancía, cuya materia prima es el cuerpo de la mujer, es necesario sostener un mercado negro en el cual esa necesidad, que se vende como premio al hombre, sea accesible, incluso, cuando se trata de saciar las más bajas y cruentas pasiones de cuanto enfermo sexual y social puja ésta degenerada sociedad en base a esas necesidades que crea la misma pornografía.

Muestra de ello es que muchas mujeres en la prostitución encuentran las más inimaginables formas de violencia y vejaciones, pues se trata de la puesta en práctica de unos valores, de una cultura, de unas necesidades, que perpetúan y fortalecen un sistema jerárquico de dominación en el cual la mujer es: inferior – objeto – sumisión.

Hay ejemplos extremadamente escandalosos que muestran en la pornografía mujeres siendo penetradas por animales (zoofilia), niñas y niños siendo violados y penetrados por un órgano sexual u objeto desproporcional a ellos (pedofilia), también un caso muy recordado en nuestro país y que tuvo seguramente sus ecos, como el de la botella en la vagina de la mujer, y otra serie de situaciones que han venido siendo denunciadas a nivel internacional como los “snuff” films, que consisten en la transmisión de un acto sexual real, en el cual el hombre busca saciar sus más íntimos y oscuros deseos, los cuales curiosamente están expresados en una brutal violencia “física” hacia la mujer, y dichos actos terminan finalmente con la muerte real de la mujer. Aquí se grafica claramente, que en esta sociedad la sexualidad es para el hombre y debe insistirse en esto: se traduce en una relación hombre – sujeto / mujer – objeto, y que además legitima y naturaliza la violencia y la inferioridad de la mujer.

Hay que seguir haciendo énfasis en el elemento ideológico, porque se trata de la ideología patriarcal agravada, es decir, la supremacía del hombre por encima de toda humanidad.

Cuando se trata, por ejemplo, de hombres que están dentro de la prostitución, vemos como se vende un sexo que no está dirigido a la mujer, sino igualmente al hombre, y con una rentabilidad nada despreciable, pues para nadie es un secreto en nuestro país, como una vez que en nuestras ciudades cae la noche comienza a su vez el día de las llamadas trabajadoras sexuales, en su mayoría sexos diversos, que sostienen ese oscuro y clandestino mundo.

Entonces encontramos en la prostitución un mercado que pretende seguir legitimando la violencia contra la mujer, y que a su vez justifica el tráfico y trata de personas, especialmente de mujeres y niñas, violentando los más elementales derechos humanos (que al parecer también tienen una enorme carga sexista) pues encontramos vulnerados derechos como la autodeterminación, el cual trasciende el mero hecho de ejercer “voluntariamente” ese oficio, pues detrás de ello encontramos profundas inequidades sociales que expresan las desigualdades de clase y que obligan a muchas mujeres a insertarse al mundo de la prostitución, a la par de que no se puede hablar de autodeterminación cuando se trata de niñas y adolescentes que son obligadas a vender su cuerpo, ante la indiferencia cómplice de quien compra ese sexo. Igualmente no puede prevalecer la autodeterminación de aquellas mujeres que consienten el oficio según la “libre decisión”, cuando se lacera la dignidad de todas las mujeres, pues deben privar en este caso los derechos colectivos y de mayor entidad, como no ser objeto de discriminación por razón de sexo, raza, credo o condición social, el derecho a una vida digna, a la integridad personal, a un trabajo digno, a la libertad de expresión, a la educación, a la protección de la infancia, a la salud sexual y reproductiva, a no ser sometidas a tratos crueles e inhumanos, y finalmente, el “derecho que tenemos las mujeres a una vida libre de violencia”.

Debe valorarse de igual manera, el hecho de que ante una realidad inminente como esa, debe darse un trato especialmente diligente, pues no se trata de exigir el derecho a un trabajo digno, por ejemplo, empujando a las mujeres al desempleo, sin capacitación, y sin oportunidades reales de acceso al mercado laboral, pues éstas taras sociales son inherentes al sistema económico dominante, en la medida que sostienen las relaciones de explotación capitalista; por lo tanto, en esta etapa y ajustándonos a la realidad de las circunstancias objetivas, habría como medida mínima, que procurar la garantía de los derechos sexuales de esas mujeres expuestas a enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, abortos inseguros, mientras que no hay acceso real a métodos de anticoncepción. Sin contar los múltiples y elevados índices de violencia ya referidos.

En este sentido llama la atención la reciente intervención de una representante de sectores de trabajadoras sexuales sindicalizadas y en proceso de sindicalización de América Latina y el Caribe, en la Conferencia Internacional sobre VIH/SIDA, realizada en México, donde se demandó entre otras cosas, la masificación de métodos de anticoncepción como el preservativo femenino, el cual según cifras de la misma conferencia, en los países donde llega, se distribuyen en una proporción de 50 a 1 respecto al preservativo masculino.

Existen, frente al tema de la prostitución dos posiciones, la que combate categóricamente relegitimar el orden patriarcal existente, y que parte de la premisa de que “legalizar la prostitución es legitimar la violencia”; y la que defiende la legalización de la Prostitución, bajo la consigna de la libre elección de las mujeres, pues se alude a la garantía de sus derechos laborales, y a la disminución de la violencia una vez que esta práctica se reglamenta.

Finalmente, es necesario exhortar a los máximos representantes del Gobierno Nacional, a profundizar en esta problemática, para que la Revolución Bolivariana ofrezca soluciones contundentes y se tomen las medidas necesarias para darle un tratamiento objetivo a una realidad que no se combate con leyes traducidas en letra muerta, sino con medidas sanitarias mínimas, y el control de mafias detrás de las cuales se amparan relaciones de esclavitud, el tráfico de personas, e inclusive el narcotráfico.

viernes, 15 de agosto de 2008

SIXTO RODRIGUEZ Y ELENA IBARRA CANDIDATOS COMUNISTAS AL CONSEJO LEGISLATIVO

Valencia, agosto 14 (REDACTA).- Este jueves a las 6 de la tarde, cerró el período de postulaciones de candidatos al Consejo Legislativo del Estado Carabobo (CLEC), luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), diera una prórroga el pasado martes 12. Moisés G. Hernández

Valencia, agosto 14 (REDACTA).- Este jueves a las 6 de la tarde, cerró el período de postulaciones de candidatos al Consejo Legislativo del Estado Carabobo (CLEC), luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), diera una prórroga el pasado martes 12.

Ese día se dio un plazo hasta este jueves a las 4 de la tarde. No obstante, debido a la gran asistencia, la Junta Regional Electoral decidió extenderlo dos horas, de acuerdo con la información que aportó vía telefónica el director estadal del CNE, Carlos Bastardo.

En la mañana se observaron las colas de candidatos y delegados de los partidos para hacer los trámites ante la junta. Sin embargo, Bastardo dijo que la información sobre el número de postulaciones aún no estaba disponible en horas de la tarde.

Postulaciones

Pese a que era el último día, antes del mediodía todavía los partidos de oposición estaban en conversaciones para llegar a acuerdos sobre candidaturas unitarias.

Una fuente ligada a un partido del bloque unitario comentó que Proyecto Venezuela quería imponer sus propios candidatos, para que las demás toldas se adhirieran a ellos.

En ese aspecto, la misma persona refirió que si eso llegaba a ocurrir, la candidatura de Henrique Fernando Salas a la gobernación se vería perjudicada.

Se conoció que en el CLEC, de Proyecto Venezuela sólo buscan repetir Eduardo Pino (actual presidente), Aura Montero, Karelly Lizarraga y Deyalitza Aray. Además, entraría la candidatura de Neidy Rosal, actual concejal del municipio Naguanagua. Tanto Dahyana Villavicencio como Yanett Ramos (jefa de fracción) obtendrían la jubilación. Alejandro Feo La Cruz, por su condición de candidato a alcalde de Naguanagua, no tiene opción para la reelección.

En cuanto al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Héctor Agüero, coordinador regional, informó que fueron postulados los candidatos nominales a cada uno de los cinco circuitos y los 12 por voto lista.

Los nominados por lista del PSUV son los siguientes: Miguel Flores, Blanca Bustamante, Sixto Rodríguez, Sonsiré Ramírez, Augusto Martínez, María Carrasco, Héctor Esqueda, Elena Ibarra, José Gregorio Muñoz, María Montenegro, Douglas Castelo y Rosa Prieto.

Admitidos para la gobernación

Hasta este jueves, la JRE había admitido solamente cuatro candidaturas de un total de 12 presentadas hasta el martes.

Los admitidos, según las resoluciones publicadas en cartelera electoral, son Luis Felipe Acosta Carles, Rafael Enrique Casal, Mario Silva y Henrique Fernando Salas.

Ilich Ramírez Sánchez y el internacionalismo proletario




Por: Luis Ricardo Delgado J.

Uno de los principios fundamentales de la teoría política revolucionaria marxista leninista, elaborado desde sus inicios a mediados del siglo de XIX, es su carácter internacionalista, o lo que conocemos como Internacionalismo Proletario.

Por esta razón no es casual que la frase final del Manifiesto Comunista sea: ¡Proletarios del mundo, Uníos!, de hecho este manifiesto constituye el programa de la Liga de los Comunistas, organización en la que participaban obreros alemanes, franceses, belgas, suizos, ingleses, etc. De esta manera, dicha organización será uno de los antecedentes de la formación de las sucesivas Internacionales Obreras que se han sucedido en los últimos 140 años.

La existencia del Internacionalismo Proletario no es un capricho filantrópico es el resultado de la mundialización de las relaciones de explotación capitalista, la aparición del mercado mundial y fundamentalmente la entrada del Capitalismo en su Fase Imperialista, es decir, la Internacionalización de la Lucha de Clases. Esto explica porque la solidaridad entre los trabajadores del mundo y sus pueblos dependientes, es una necesidad insoslayable, debido a que el Imperialismo no discrimina culturas o color de piel para imponer su explotación y dominación, y atenta contra la existencia misma de la Humanidad, del Planeta.

Todo lo antes expuesto, explica porque la política de los comunistas y demás revolucionarios del mundo, va dirigida a objetivos que trascienden los intereses de alguna nación en particular, siendo valiosos los ejemplos al respecto, la experiencia de creación de la URSS liberó a todas las naciones antes dominadas por Imperio Ruso, las brigadas internacionales que lucharon en la Guerra Civil Española, la URSS liberó del nazi-fascismo a toda la Europa Oriental, la URSS colaboró para el triunfo de la Revolución China, la URSS y China colaboraron en los triunfos de Corea del Norte y Vietnam, el Sistema Socialista Mundial jugó un papel de primer orden en las luchas de Liberación Nacional africanas (destacando el heroísmo de miles de cubanos combatientes), o actualmente podemos constatar la hermosa experiencia del ALBA, etc.

Sin embargo, hemos encontrado que algunas veces la solidaridad internacionalista ha sido más declarativa que concreta, razón por la cual han aparecido voces críticas, como la del Ché Guevara, quienes denunciaron esta practica como una desviación y una inconsecuencia, “No se trata de desear éxitos al agredido, sino de correr su misma suerte; acompañarlo a la muerte o la victoria” (Mensaje a la Tricontinental).

Esto es lo que fundamentó la decisión de un joven venezolano hace casi cuarenta años de luchar hasta la muerte por la causa de los pueblos árabes, fundamentalmente Palestina, agredidos permanentemente en las últimas décadas por el Imperialismo Norteamericano y el hegemonismo Sionista. Este camarada es el Comandante “Carlos”, Ilich Ramírez Sánchez, mal llamado por la prensa burguesa occidental, como el Chacal, nombre que debemos desterrar de nuestro vocabulario los revolucionarios que se solidarizan por las causas de los pueblos explotados por el imperialismo.

Este compatriota cumplirá en el próximo mes de agosto, 14 años de ignominiosa e ilegal prisión dada por el imperialismo francés por el solo delito de cumplir “con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté” (Carta de despedida del Che a Fidel). Por esto todos los venezolanos y venezolanas debemos levantar nuestra voz de protesta por tan injusta situación que vive Ilich.

Ilich Ramírez Sánchez es expresión pura de las tradiciones revolucionarias internacionalistas llevada a cabo por venezolanos, por lo cual es digno heredero, de Miranda luchador de los conflictos internacionales más relevantes de su tiempo, Bolívar, Sucre y el Ejercito Libertados que cruzó cordilleras y ríos para liberar diversos pueblos de Nuestra América. A su vez, Ilich es un destacado representante de las luchas internacionales en las cuales participaron los comunistas contra el imperialismo en los cinco continentes, por lo cual es un practicante cabal del principio del Internacionalismo Proletario, ejemplo de lucha para las nuevas generaciones que en Venezuela y el mundo buscan construir una sociedad sin imperialismo, sin explotadores, sin clases.

Los venezolanos y venezolanas exigimos la Repatriación de Ilich Ramírez Sánchez

La Burguesía Internacional Imperialista es la enemiga de la Humanidad

El Imperialismo atenta contra el Planeta